Saturada de materia fecal. Así está la ciudad y sus alrededores luego que de que el único punto de descarga de las empresas desagotadoras de pozos ciegos fue tapado por los vecinos del lugar, en Lamadrid y Circunvalación.
El hecho transformó a la ya delicada situación tras las intensas lluvias (las napas subieron y los pozos colapsaron) en una crisis de consecuencias, al menos, olorosas. Según explicó el titular de la firma Los Primos, Maximiliano García, a Rosario3.com “el problema comenzó porque la gente de la villa que está en el lugar se quejaba de los malos olores y entonces tiraron escombros, piedras gigantes de un metro por 50 centímetros, al único lugar que la Municipalidad habilitó para hacer las descargas; ahora todas las empresas tenemos los camiones llenos y no podemos trabajar”.
Al ser clausurado ese pozo, que está conectado al río para desagotar las aguas servidas, las cerca de veinte firmas de Rosario y otras tanto de General Lagos, Pueblo Esther, Alvear, Gálvez y Funes, están imposibilitadas de vaciar sus camiones (más de cien, en total).
De esta manera, la crisis no sólo paraliza la actividad de esos emprendimientos sino que deja sin atención a la creciente demanda de comercios y domicilios particulares tras la inundación que dejó el diluvio de los últimos días.
“Rosario está sin servicio de desagüe y así seguirá hasta que se solucione el problema. Esto implica que en muchas casas en donde el pozo está lleno no se podrá utilizar el baño y los comercios como bares o restaurantes no podrían abrir con el baño clausurado; la situación es muy grave”, describió García, que tiene su empresa desagotadora en Funes.