Una pareja de ancianos de China se negó a aceptar la plata que les ofrecían por la expropiación de su casa para la construcción de una autopista y ahora vive exactamente en medio del camino, camiones y colectivos le pasan literalmente por la puerta.
La pareja Baogen es la única que se resistió. El resto de los habitantes de Wenling, al sureste de la provincia de Zhejiang, se mudó.
Los Baogen consideraron insuficiente la compensación económica y decidieron quedarse.
No es simple ahora la vida de esta pareja. Debido las excavaciones y también como forma de amedrentamiento, Baogen y su esposa no poseen ni electricidad ni agua.
Por el momento, y mientras continúan las negociaciones con la pareja para que acepte la compensación económica y abandone el inmueble, la construcción de cinco plantas continúa allí, interrumpiendo la traza de la autopista.