En la última jornada del juicio a Los Monos del corriente año donde se juzga la asociación ilícita, seis imputados pidieron la palabra ante el tribunal. Gustavo “Gula” Pereyra realizó declaraciones explosivas sobre una supuesta connivencia entre el narcotráfico, la policía y la política; Cristian Floiger dijo ser víctima de una “feroz interna policial”; Juan Delmastro afirmó que un sector de la policía “vendió” una causa sobre Luis Medina; Jorge Emanuel Chamorro y Mariano Salomón criticaron la imputación por asociación ilícita; y Ramón Machuca enfatizó que el juez Juan Carlos Vienna está “protegido” por la prensa y por la Justicia, específicamente por el procurador Jorge Barraguirre, y que hizo gastos en febrero de este año que no se corresponderían con el salario que percibe.

Después de las 13 declaraciones testimoniales y el uso de la palabra de Gustavo “Gula” Pereyra, el policía imputado Juan Delmastro realizó un careo con Ramón R., testigo y en su momento superior al agente sospechado por asociación ilícita. La discusión, que duró pocos minutos, se centró en una reunión entre ambos donde surgió una contradicción por el contenido de aquella conversación. “Vendieron (agentes de ex Drogas Peligrosas) la causa de (Luis) Medina. Al que llevaba la causa lo echaron (ver aparte) y se archivó. Eso es una forma de vender. Yo estoy acá por un apodo (Tiburón) que es mentira. Le hubiese sacado plata a (Mario) Segovia, que lo investigué. Nadie tenía más plata que él”, comentó.

La carta de los detenidos, “El Chavo del Ocho” y críticas

Uno de los presuntos líderes de Los Monos Ramón Ezequiel Machuca, alias Monchi Cantero, se sentó frente a los tres jueces con varios papeles en sus manos. En primer lugar, contó que iba a leer una carta hecha por los cinco imputados detenidos en el Centro de Justicia Penal –Chamorro, Leandro Vilches, Guille Cantero, él y Mariano Salomón–. 

“Leo como El Chavo del Ocho, terminé el séptimo grado. Queremos que sepa el tribunal una conducta extraña y anti ética de la Fiscalía. El martes vimos a Barraguirre (procurador de la Corte Suprema de Santa Fe) diciendo mentiras y cosas que no pasan en el juicio. No nos parece que una parte sola tenga presencia en los medios, tergiverse la información. Pretenden mal informar y presionar al tribunal. Es un proceder anti ético que merece un llamado de atención”, expresó.

Una vez concluida la lectura de la carta, aseveró que Vienna cuenta con “protección” de la prensa y de la propia Justicia. “Me parece extraño. Cuando aporté la foto de Vienna y Luis Paz, Barraguirre vino corriendo, convocó a (Carlos) Varela para arreglar primero un abreviado a tres años. Cuando se dieron cuenta que iba a ser (señalado como) jefe me ofrecieron cinco, después nueve. Siempre me negué al abreviado. Entonces me ofrecieron siete para ver si arreglaba. Fue una gran mentira, una trampa judicial”, subrayó.

Machuca remarcó que la pareja de Vienna fue “testigo del pacto” que supuestamente hizo el magistrado con Luis Paz en Las Vegas sobre “la muerte del Pájaro” Cantero y la suya. “Pedimos que venga a declarar. Sería la llave perfecta para desenmascarar a Vienna”, expresó.

Por otra parte, Monchi destacó que en el expediente “faltan hojas” y añadió que en la escucha sobre el “Plan Salchicha” entre Treves y Almirón, el primero manifestó que una vez concretado el ataque al fiscal Guillermo Camporini y juez Vienna iban a tirarle “el arma en la casa del pibito traidor que estaba en la isla”. “¿A quién fueron a buscar en la isla con helicópteros? A mí. Eso es porque yo no quise pactar con ellos (División Judiciales) cuando vinieron a venderme la causa”, explicó.

Por último, leyó la compra de autos que tuvo el juez Vienna en los últimos años y mostró gastos con su tarjeta de crédito en febrero de este año por “medio millón de pesos”. “Esos gastos no se condicen con el sueldo de un juez, que tiene que darle parte de la plata a los hijos y la mujer”, enfatizó al tiempo que agregó que el fiscal de la causa 913/12, para él, es también el abogado del magistrado que instruyó la investigación.

La muerte de Medina, un allanamiento polémico y un crimen mafioso

Monchi también se refirió a la muerte de Luis Medina a finales de 2013 y el posterior procedimiento de la ex División Judiciales en el country de Pilar donde vivía el narco asesinado, donde según Ariel Lotito iban a buscarlo a Machuca. 

“Nunca iba a estar en Pilar. No hay un contacto mío con Medina. A su casa los llevó el papá de Justina Pérez Castelli (pareja de Medina, asesinada junto a él), que era amigo de (Luis) Quebertoque. El testigo de eso fue el papá de Justina, por eso después le dieron muerte, porque tenían miedo que cuente”, relató.

“El fiscal dice que no pueden encontrar a Fleitas –otro presunto integrante de Los Monos–. Pero él se presentó dos o tres veces a declarar. Encima dijo que no me quería, queriéndome embarrar. Si no lo encuentran yo lo puedo encontrar si quieren”, declaró.

Las palabras de Machuca finalizaron cuando apuntó contra un agente apodado “Duende” Fernández, al que consideró “mentor con Judiciales” de la causa que está en juicio actualmente.

El sicario que no era

Mariano Salomón, imputado como presunto encargado de la compra y venta de vehículos de la organización también habló en el juicio. Manifestó que es “inocente”, que desde los 17 años trabaja de la comercialización de automotores y que no estuvo prófugo de la Justicia, sino “escondido” porque tenía “temor” a que le pasara algo. Criticó que en el momento de su arresto, hace un año y medio aproximadamente, haya sido presentado mediáticamente como un “sicario”.

“Conozco a varios imputados. El Pájaro Cantero fue padrino de mi hijo. La esposa de Machuca es madrina de mi hijo. Nunca sentí que pertenecía a una asociación ilícita. Vendo autos desde los 17 años. Tuve tres agencias. Lo único que secuestraron en mi casa son boletos de compra-venta de vehículos. Los medios me inventaron como un monstruo, como un sicario. En ninguna parte dicen por qué me están juzgando en este famoso juicio”, dijo el imputado que es defendido por los abogados Marcelo Piercecchi y Franco Gardali.

“No tengo bienes, no se me nombra en la causa. No tuve derechos en esta causa, me tuvo a mal traer. Nunca me quise presentar porque no había garantías. Presenté papeles (estando prófugo) para saber de qué se me acusaba”, indicó Salomón.

Por último, reiteró que sus ingresos están justificados por las operaciones comerciales de vehículos y que no tuvo “la suerte de Paz de amasar una fortuna criando chanchos”. 

La “feroz interna policial”

A su turno, Cristian Floiger, ex jefe de la sección Inteligencia de la Zona Sur de la provincia, responsabilizó a Cristian Romero, ex jefe de la División Judiciales, por su imputación. Aseguró que éste quería ocupar su cargo e “indujo al error” al juez Juan Carlos Vienna. “En tres o cuatro meses que estuve en el cargo desbaraté organizaciones. En procedimientos se llegó a secuestrar hasta 300 kilos de marihuana. Venía en ascenso. Me detuvieron y me sacaron el teléfono, no me allanaron la casa, no estoy en ninguna escucha con los coimputados, no requisaron mi vehículo. No se hizo nada para intentar conseguir pruebas en mi contra. No estoy ni mencionado”, advirtió.

Floiger recordó que su vinculación con la causa 913/12 está basada en una declaración testimonial de César Arón Treves, quien a su vez en el juicio aseguró que esa acta fue “completada” por personal de la ex División Judiciales. “Fui objeto de una feroz interna policial. Todos los presuntos integrantes de la banda se hacen llamar por apodos. ¿En qué cabeza cabe que me haga llamar como Floiger, siendo que hay cuatro con ese apellido en todo el país?”, indicó.