El llavero perteneciente a Jorge Julio López que apareció hace un mes en el jardín de la casa del albañil podría haber sido arrojados allí hace tres meses, según determinaron los dos peritajes que se realizaron sobre el objeto.

"Las conclusiones de los análisis hechos por Gendarmería Nacional y la Policía de la Provincia de Buenos Aires son similares", aseguró un comunicado difundido este domingo por el Ministerio del Interior sobre las llaves del testigo clave del juicio al ex represor Miguel Etchecolatz, que se está desaparecido hace tres meses.

López falta a su hogar de Los Hornos desde el 18 de septiembre y en principio los investigadores creían que había llevado las llaves consigo.

Sin embargo, el 22 de noviembre, sus familiares estaban desmalezando el jardín y encontraron bajo un rosal el llavero y se realizaron dos pericias para determinar cuánto tiempo llevaban allí.

El Ministerio que conduce Aníbal Fernández hizo la aclaración ante versiones que aseguran que hay "diferencias considerables", entre ambas pericias, pero el comandante mayor Mario Galia, director de la Policía Científica de Gendarmería Nacional, lo negó.
Al respecto, señaló que "el método utilizado por ambas fuerzas para verificar el tiempo en que el llavero estuvo expuesto a la intemperie, sobre el suelo, fue el mismo: microscopía de barrido electrónico".

Además, ambos laboratorios forenses hicieron pruebas exponiendo material similar y recreando las condiciones del jardín donde se encontró el llavero original.

La pericia de Gendarmería indicó que, "en base al depósito de óxido encontrado en el llavero, estuvo expuesto a la intemperie un mínimo de 60 días hasta un máximo de 90 días".

La Policía Científica de la provincia, por su parte, estableció "un mínimo de exposición a la intemperie de más de 40 días y hasta un máximo de 90 días, que - en términos periciales- no implica diferencias sustanciales", señaló el comunicado.

Ambas pericias también indican que para que en el material del llavero analizado comience a aparecer óxido, debe tener una exposición mínima a la intemperie de 15 días.