La catedrática e investigadora Stacy Wood, profesora de la Universidad de Carolina del Sur, señaló que los niveles crecientes de estrés y cambio “se correlacionaban con la tendencia de un individuo a elegir alimentos no familiares”. Estas elecciones instintivas ocurrían incluso cuando los estudiantes expresaban estar de acuerdo con la idea de que la gente elige comida de “consuelo familiar” cuando está atravesando el estrés de todos los días o cambios de vida.

La investigación de Wood, llamada "La falacia de la comida de consuelo: evitar los favoritos de siempre en los periodos de cambio" fue publicada en la revista Journal of Consumer Research.

En uno de los cinco experimentos, Wood creó un estudiante ficticio y describió a la persona como si estuviera en una situación vital estable o en medio de cambios, dependiendo del grupo de estudio. Luego pidió a los estudiantes de cada grupo que predijeran si la persona ficticia preferiría un refrigerio de papas fritas de una marca popular estadounidense o de una marca británica desconocida.

La mayoría de participantes del estudio pensaba que la persona estable tendría más tiempo y energía para probar cosas nuevas y optaría por el refrigerio inusual.

En otro estudio, Wood pidió a los participantes evaluar el nivel de cambio en sus propias vidas y luego elegir entre las papitas clásicas o las papitas británicas nuevas. En general, los que estaban experimentando más cambio dijeron a la investigadora que preferirían los refrigerios más novedosos, lo que contradecía sus propias suposiciones de que elegirían el alimento menos conocido.

Wood también evaluó las opciones de los estudiantes de artículos no alimentarios, como desodorantes o películas alquiladas. El patrón entre el estrés elevado y las opciones de productos también se mantuvo aquí, y los estudiantes que refirieron cambios significativos en sus vidas optaban por marcas y títulos menos conocidos, señaló.

Connie Diekman, directora de nutrición universitaria de la Universidad de Washington, se interesó en los hallazgos, pero advirtió que los resultados no necesariamente se traducen al mundo real. "No estoy segura de que podamos decir que la gente de hecho responderá de la misma manera cuando está estresada que cuando es encuestada con una situación estresante proyectada", apuntó Diekman. "Creo que se trata de un mensaje importante de que no podemos asumir que el estrés lleva automáticamente a la búsqueda de comida como consuelo, y con frecuencia en grandes cantidades".

Sin embargo, para Wood, el estudio pone en cuestión la idea de que la gente recurrirá a la estabilidad cuando sus vidas pasan por una transformación, como perder un trabajo, conseguir un trabajo nuevo, mudarse o tener un hijo.

Fuente: HealthDay