Gerardo Romano no para de generar polémica con sus declaraciones. Hace días se metió en el debate sobre los límites de los besos o escenas íntimas en ficción que despertó el caso de Juan Darthés, y ahora sumó más leña al fuego al asegurar que fue acosado sexualmente por una mujer. También brindó algunas consideraciones sobre la violación.

Según publicó el sitio El Destape, Romano confesó una situación en la que fue víctima de acoso por parte de una directora. En una entrevista con el ciclo Implacables, el artista ratificó su postura de que “el actor en una escena sexual tiene derecho a meter la lengua” pero aclaró que “sólo si es consensuado”. Luego, sorprendió: “A mí me ha pasado al revés. Estuve en una película y la productora, después devenida directora, quiso tener una escena de sexo conmigo. Se incluyó como actriz de la película y escribió una escena de sexo. Yo estaba obligado a hacerla porque estaba contratado y tuvimos una escena desnudos y de sexo”, relató.

“Fue un caso de acoso inverso”, destacó y manifestó: “No dije nada porque no tuve deseos de tener un conflicto. Hice la escena de mala gana. Le pedí a la maquilladora en voz alta una toalla de maquillaje, de esas chiquitas, para ponérmela sobre los genitales y no tener contacto directo con los genitales de ella”.

Luego, avivó la charla con una fuerte declaración: “La violación es un delito que solamente pueden cometer los varones” pero “la violación puede ser inversa”.

Además, recordó su trabajo en el thriller erótico La marca del deseo y contó: “El argumento era que yo dormía, penetraba, tenía sexo, tatuaba a una mujer sin su consentimiento. Era una conjugación de delitos. Lo hice con 16 actrices en 16 capítulos y nunca tuve un problema y lo hemos disfrutado”.