Aunque el juez de instrucción Hernán Potma dictó la falta de mérito a Milton César por los crímenes de Ariel “Pájaro” Cantero y Walter “Fantasma” Paz, finalmente el joven de 22 años quedó procesado por otro delito y por otro juez. Luis María Caterina, del juzgado de Instrucción de la 3ª Nominación, lo procesó por tenencia de arma, resistencia a la autoridad y amenazas calificadas por un hecho ocurrido en octubre pasado. Para César, se trata todo de un montaje y de acuerdo a su abogado defensor, Mariano Scaglia, es, sencillamente, un “disparate jurídico”.

En contacto con Radiópolis, el programa de Radio 2, Scaglia señaló que ya apeló la decisión del juez porque no tiene asidero. “No se puede detener a una persona por algo que no hizo”, se quejó.

El delito por el que se lo procesó se remonta al viernes 4 de octubre del año pasado, cuando, según fuentes policiales, terminó preso al querer defender a dos amigos ladrones. Aquel día oficiales de la comisaría 16ª detuvieron a dos muchachos en situación sospechosa: uno llevaba una faca grande y otro una cartera de mujer. Los llevaron entonces a la seccional y a los minutos llegó otro muchacho que, con aires de abogado defensor, exigió que liberaran a sus amigos. Pero ante la negativa de los policías, los insultó y salió como un torbellino de la comisaría. Se subió a un Vectra e intentó escapar. Era Milton César, en cuyo auto la policía encontró luego un revólver calibre 22.

Fue así como, apenas una semana después de recuperada su libertad tras la resolución de Potma, César volvió tras las rejas y ahora quedó, además, imputado.

Sin embargo, el relato del muchacho es diametralmente opuesto al oficial. El joven asegura que recibió amenazas por parte del comisario, quien le había advertido que si vendía drogas en la zona tenía que “arreglar” con la seccional o, de lo contrario, le armaría una causa. Ya en mayo pasado, César había advertido que la policía seguía sus pasos, “para detenerme, mandarme a un pabellón y matarme”; e incluso señaló que su cabeza tenía precio: 500 mil pesos.

Scaglia aclaró que la versión del joven no es nada más que eso  –una versión– ya que no efectuó la denuncia. Cosa diífícil –apuntó– cuando los principales imputados son miembros de la fuerza pública.

Con todo, el letrado indicó que la policía violó el debido procedimiento al requisar el vehículo sin la presencia de testigos. Pero para Scaglia, más seria es la resolución de Caterina que, a pesar de tamaña irregularidad, avaló el operativo y procesó en consecuencia a su cliente.

“Técnicamente César no tiene mérito para estar detenido”, aseguró el letrado que ya apeló el fallo.