Cuatro agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT) quedaron detenidos este lunes por el crimen de Jonathan Ezequiel Herrera, el joven de 23 años asesinado en medio de un tiroteo entre policías y motochorros mientras lavaba su auto. Se trata de efectivos oriundos de Santa Fe capital y Calchaquí (Vera). Sospechan que fueron los responsables de la muerte del joven Herrera el domingo 4 de enero. Ese día participaron de la persecución, junto con otros cinco efectivos del Comando Radioléctrico (CRA). Al principio todos fueron demorados y ahora sólo quedaron arrestados los cuatro del PAT. Todavía no se determinó de qué armas salieron las balas que causaron la muerte.

Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, el fiscal Adrián Spelta ordenó la detención de los policías, cuatro muchachos jóvenes, recibidos apenas el año pasado del Instituto de Seguridad Pública (Isep) que aquel domingo se sumaron como refuerzos a la persecución en zona sur.

En conferencia de prensa, Spelta explicó que las detenciones estuvieron fundadas por los aportes de testigos, por las pericias y las imágenes registradas por cámaras en el hecho. “Mañana se realizará la audiencia imputativa para determinar qué grado de participación tuvieron”, agregó el fiscal. 

Aquel 4 de enero los agentes estaban en Rosario para vigilar el paso del rally Dakar por la región. Pero hoy estaban en la capital provincial donde fueron convocados a la oficina de Asuntos Internos y luego detenidos. Se espera su traslado a Rosario de un momento a otro para que participen este martes de la primera audiencia imputativa.

Herrera murió el 4 de enero de un balazo en la cabeza en Pasaje Villar y Ayacucho tras haber quedado en medio de un enfrentamiento que le era ajeno y mientras realizaba una de esas tareas típicas de domingo, lavar el coche. En plena calle lo sorprendió un grupo de policías que perseguía a los tiros a dos ladrones que habían asaltado una juguetería algunos minutos antes. Uno de ellos cayó herido y fue detenido e imputado por el robo y resistencia a la autoridad, aunque no por el homicidio.

Durante una sentida marcha el miércoles pasado a Tribunales, una tía de la víctima responsabilizó directamente a la policía por la muerte de su sobrino, que estaba a punto de ser papá. “Los que tiraron son los policías que bajaron del colectivo (por los agentes de la PAT). Los que deberían cuidarnos, mataron a mi sobrino”, sostuvo y abonó así, la hipótesis que ahora, con las recientes detenciones toma más cuerpo, que el joven de 23 años habría sido alcanzado por balas oficiales.