El escándalo de las fotos de soldados alemanes en Afganistán posando con un cráneo humano en las cercanías de Kabul amenaza con convertirse en un asunto de mayores proporciones, ante la aparición de nuevas instantáneas.

Tras la publicación el miércoles por el diario Bild de esas fotos, que datan del 2003, el canal de televisión privado RTL desató nuevamente la alarma roja con el anuncio de que en su redacción se recibieron hoy fotos igualmente macabras pero más recientes.

Según el diputado del partido de los Verdes, Hans-Christian Stroebele, "ésta es sólo la punta del iceberg" pues "sé por más de una docena de personas que hay cientos de fotos de ese tipo".

En el caso de RTL, también se trataría de "fotos recuerdo" de la misión en Afganistán, con un cráneo (se desconoce si el mismo) pero más recientes, del 11 de marzo de 2004.

Todo indica que el paraje es, como en el caso de las primeras fotos, una fosa común próxima a Kabul puesta al descubierto por la lluvia y la erosión.

Las fotos se hicieron con una cámara digital. En una de ellas se ve a un suboficial besando una calavera y en otra la misma calavera decorando la parte delantera del vehículo todo terreno utilizado por esa patrulla alemana de las ISAF.

El diario Bild reveló este viernes que la fosa llegó a convertirse en un lugar de peregrinación para muchos de los soldados destacados en la capital afgana, pero no está aún claro si quienes yacen en la misma son afganos o ex militares rusos.

Las autoridades de Kabul no hicieron diferencias al condenar unos actos que "violan los valores islámicos" y "las tradiciones afganas", dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. El portavoz afirmó que Afganistán y el pueblo afgano esperan "una respuesta firme de Alemania".

El rechazo a esas fotos fue unánime este viernes en el Bundestag (Cámara baja del Parlamento alemán), durante la presentación por parte del ministro de Defensa, Franz-Josef Jung, del llamado "Libro Blanco" para la política de seguridad y defensa de Alemania, aprobado el miércoles en consejo de ministros.

Jung reiteró con firmeza que "comportamientos de esa índole no tienen cabida en el Ejército Federal". Precisó, sin embargo, que no se podía poner en sospecha a todo el Ejército federal, pues más de 200 mil soldados alemanes han cumplido hasta ahora de manera impecable misiones en el extranjero.

Por su parte, el presidente de la Asociación del Ejército, el coronel Bernhard Gertz, se mostró muy preocupado por que "ese incidente ponga en contra nuestra al mundo musulmán". "La instrumentalización de esas imágenes de Kabul va a conducir naturalmente a una gran indignación en el mundo árabe y quizás dé lugar a situaciones concretas de peligro para nuestros soldados en Afganistán", añadió.

El coronel reconoció que "existe un problema en la formación ética de los soldados, en transmitir el respeto a la dignidad humana, y eso debe tener consecuencias en la educación militar, pues está claro que hay soldados que no lo han entendido con claridad".

Mientras, la Fiscalía de Postdam (este de Alemania) se inhibió este viernes en favor de la de Munich en la investigación de los hechos, en los que ya habría siete soldados y suboficiales involucrados, de los que sólo la mitad siguen en activo.

Todos los sospechosos están o estuvieron estacionados en Mittenwald, en el Estado federado de Baviera (sur de Alemania). La investigación en curso es por el presunto delito de profanación de tumbas y perturbación de la paz de los muertos, para el que el Código Penal alemán contempla penas de cárcel de hasta tres años. En Alemania, ese delito quedó relegado a la criminalidad "nazi" y a los cementerios judíos, de ahí la severidad de la pena.

Fuente: EFE