Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) ordenaron este martes la detención e incomunicación de un sacerdote de 47 años, en la ciudad de Reconquista, por presuntos abusos de dos niños.

El fiscal Rubén Martínez tomó la medida en el marco de una investigación por delitos contra la integridad sexual que habría cometido el cura en perjuicio de una nena de tres años y de su primo, de la misma edad.

El sacerdote –identificado por sus iniciales N. F. M.– cumple funciones y reside en la parroquia María Madre de Dios de la citada ciudad del norte santafesino, lugar en el que habrían sido cometidos los aberrantes delitos.

"La denuncia fue realizada por la madre de la niña en el Centro de Orientación de Víctimas de Violencia Familiar y Sexual de la Unidad Regional 19 de la policía provincial", informó el fiscal Martínez. "Según consta en la denuncia, la niña y su primo manosearon al sacerdote en su zona anal y genital en la residencia católica en la que vive", agregó.

El funcionario del MPA detalló que "se le dio intervención al psicólogo y médico policial, y se realizaron diversos estudios a la menor, a partir de los cuales, se confirmó que la niña tiene desgarro parcial de su himen y fue contagiada con el Virus del Papiloma Humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual".

En relación a los abusos de los que habría sido víctima el niño, Martínez aclaró que "se evalúan los pasos a seguir desde la Fiscalía, a raíz de que el progenitor del menor manifestó que no quiere realizar actos legales, ni exponer a su hijo hasta tanto se entreviste con un médico psicólogo particular".

"En la presente investigación, al igual que en todas aquellas en las que se vulneran derechos de los niños, niñas y adolescentes se siguieron las recomendaciones de la Guía de Buenas Prácticas confeccionadas por la subsecretaría de Persecución Penal de la Fiscalía Regional 4", señaló Leandro Mai, a cargo de dicha Subsecretaría.

Y concluyó que "este documento pone especial acento en velar por el interés superior del menor víctima, intentando minimizar los efectos de la victimización que el proceso penal supone para un menor de edad".