Los principales dirigentes socialistas y radicales se reunieron este lunes por la tarde en el comité radical de la capital provincial en un intento por consensuar la fórmula que pugnará por la gobernación en las próximas elecciones. En el encuentro, que se realizó en secreto y a puertas cerradas, las partes mantuvieron las posturas que, desde hace varias semanas, los mantiene en veredas opuestas: los representantes de la UCR insistieron en que el vice de Hermes Binner sea el senador provincial Carlos Fascendini, mientras que PS volvió a la carga con su idea de buscar una mujer de la ciudad de Santa Fe.

Fuentes del radicalismo adelantaron que en las próximas horas se convocaría a los diferentes cuerpos orgánicos partidarios para una reunión en la que se volvería a analizar la constitución del Frente Progresista Cívico y Social que los une a los socialistas de cara a las elecciones del año próximo. La decisión se habría tomado luego de que dirigentes socialistas desconocieran supuestos acuerdos firmados con la UCR en la reunión de este lunes, situación que pone en serio riesgo de ruptura a la coalición.

Senador provincial por el departamento Las Colonias, Fascendini fue designado por la convención radical para ser compañero de fórmula de Binner en las próximas elecciones. Pero desde que se conoció esta elección el socialismo insiste en que el segundo lugar del binomio debe ser para una mujer de la ciudad de Santa Fe.

Fascendini había anunciado más temprano este lunes que en los próximos días reuniría a los intendentes, presidentes comunales, legisladores nacionales y provinciales de la UCR y anunciaría la puesta en marcha de un ambicioso plan de trabajo para “movilizar toda nuestra fuerza a favor de la consolidación del Frente Progresista”.

Por lo pronto, desde el entorno de Binner insisten en que, más allá del aprecio que el candidato dice tener por el legislador oriundo de Esperanza, juran y perjuran que Fascendini no será candidato a vice, aunque las autoridades del radicalismo amenacen con romper el Frente. Es más, desde el socialismo creen que esa posible ruptura no pasará de las amenazas, ya que por abajo el acuerdo está más que consolidado, sobre todo en las localidades donde la oposición es gobierno y ven como una verdadera oportunidad el cambio de signo político a nivel provincial. Pero también dicen que si la dirigencia radical, en pos de imponer su criterio sobre el reparto de cargos, tensa la cuerda hasta un punto de no retorno, tampoco cederán. En este marco, no suena inocente la visita que Luis Changui Cáceres, uno de los conductores de la UCR, realizó este lunes a la mañana al gobernador Jorge Obeid, aunque él haya asegurado, al salir, que hablaron de la situación política actual sino que sólo se trató de un encuentro entre dos amigos. Como tampoco que haya dicho que la carta interna de la UCR sostiene que los canidatos se tienen que elgir por internas, algo que en el caso de Fascendini no ocurrió.

“No estamos dispuestos a llegar al gobierno a cualquier costo”, se le suele escuchar decir a Binner, y eso incluye la forma en que se define el armado del acuerdo político con los radicales. Para los socialistas menos trabajoso parece ser, al menos hasta este momento, acercar posiciones con los dirigentes del ARI y de un sector del Partido Demócrata Progresista dispuestos a apoyar la candidatura a gobernador del ex intendente.

En este marco, Fascendini buscó bajar el tono a las diferencias con el socialismo y fijó las culpas afuera de la alianza: “Las fuerzas opuestas al cambio, es decir, aquellas que ya han demostrado su incapacidad para construir la provincia soñada por los santafesinos, intentan ahora producir divisiones entre quienes asumimos la responsabilidad de ofrecer una alternativa de transformación, seria y responsable, desde el Frente Progresista, Cívico y Social”.

“Toda nuestra actividad –agregó– debe apuntar a fortalecer la coherencia y unidad a nuestro aporte en el seno del Frente Progresista, una fuerza que se propone gobernar la provincia aplicando desde el primer día políticas de transformación, basadas en la decencia, la justicia, el trabajo, la seguridad, la producción, la salud y la educación, que lleguen a toda la sociedad”. Pareció una respuesta a los que dicen que a los cuatro dirigentes que dominan la UCR provincial –el propio Fascendini, Juan Carlos Millet, Carlos Changui Cáceres y Felipe Michlig– sólo les preocupa cómo se definen los cargos.