No es la primera vez que se pretende reemplazar el uso de las bolsitas de plástico en supermercados pero esta vez aparece una nueva propuesta que parece completar el ciclo para la que iniciativa sea viable: un material sustituto biodegradable que no es mucho más costoso.

Se trata de cambiar el polietileno por bolsas oxibiodegradables que tardan 120 días en desintegrarse en el medio ambiente contra las de plástico común que demoran entre 100 y 500 años en desaparecer, con los consiguientes daños al medio ambiente que ello genera. Pero además de sus beneficios, la clave que en este caso (no como propuestas anteriores como por ejemplo las bosas de papel que terminan siendo muy costosas) el gasto extra es de 18 a 25 por ciento, ya que se realizan con la misma tecnología y sólo implica el agregado de un aditivo durante la fabricación que rompe el enlace carbono-carbono.

Así lo explicó el concejal Osvaldo Miatello este lunes a la mañana en la Salón de los Acuerdos ubicado en la planta baja del Concejo Municipal, donde se realizó una reunión informativa del proyecto de ordenanza que contó con la participación del diputado provincial de Mendoza Roberto Blanco, autor de una iniciativa similar que rige en la provincia cuyana.

El tema no es menor, ya que “actualmente se calcula que un 90 por ciento de la bolsas de plástico acaban en los basureros, fabricándose a nivel mundial unas 150 unidades por persona al año”, dice el proyecto entre sus fundamentos.

Además, se explica en el texto que “las bolsas biodegradables incluyen en su proceso de elaboración un aditivo que rompe los enlaces de carbono-carbono, transformándose de esta manera en productos sensibles a las luz solar, humedad, temperatura, y otros factores ambientales que inician un proceso de degradación natural, al mismo tiempo que mantienen sus propiedades de resistencia y seguridad en el contacto con los alimentos, como si se tratase de bolsas tradicionales”.

Multas de hasta 10 mil pesos

En concreto, lo que el proyecto de ordenanza establece es la prohibición de “la entrega de bolsas de material que no sea degradable u oxibiodegradable, para transporte de mercadería adquirida por sus clientes, cualquiera fuera, en los locales denominados o clasificados minimercados, supermercados, hipermercados, shoppings y comercios en general”.

Así mismo pena la venta de bolsas para residuos que no estén fabricadas con material que no sea degradable u oxibiodegradable.

“La violación a la prohibición establecida en la presente ordenanza será sancionada con multa de 300 a 10 mil pesos, la que se graduará en forma prudencial de acuerdo al volumen de facturación del comercio infractor”, afirma y aclara que la Secretaria de Servicios Públicos y Medio Ambiente será la autoridad de aplicación de la ordenanza.