Adictos a internet, al MSN (messenger), a los fotologs, a las webcam, los hijos de Gabriela son parte de los miles de adolescentes de la Argentina que pasan largas horas frente a la computadora. Sin la supervisión de los adultos de la familia los jóvenes se enchufan gran parte del día para enviar fotos a páginas web que luego son multiplicadas ante la voraz mirada de hombres que sólo buscan ver chicas, casi niñas, con poca ropa.
Gabriela tiene cuatro hijos. La mayor es una mujer de 17 años, le sigue un varón de 14, otra nena de 13 y una de 3 años. Junto con su marido decidieron hace tiempo la compra de una computadora personal para que sus hijos no sólo tuviesen una herramienta de recreación sino también de trabajo para estudiar y hacer las tareas de la escuela. Claro que no pasó mucho tiempo para que instalaran internet para acceder a la mayor información posible y cuando lo hicieron se inclinaron por un servicio de banda ancha, lo que posibilitó que los chicos se pegaran aún más a la pantalla.
Pero lo que nunca imaginó Gabriela es que las largas horas de sus hijos frente a internet no eran tan inofensivas como parecían. "Me tuve que conectar para enviarle un mail a un compañero de estudios y casi de casualidad revisé el historial de comunicaciones de MSN de mis hijas. Ahí, vi que la mayor se había comunicado con un hombre que le preguntaba cómo estaba vestida, en qué pose estaba, le pedía que se tocara y que le mandara fotos de sus partes genitales", contó con cierto horror Gabriela, en declaraciones al programa Diez puntos, de Radio 2. Y añadió: "Por la conversación se notaba que se trataba de una persona mayor. Mi hija le había enviado las fotos tomadas con su celular y el hombre le respondió con una suya".
Aunque después del hallazgo Gabriela interrogó a sus hijos acerca de lo ocurrido, no tuvo demasiadas respuestas por parte de los menores. "Ahora toda la familia cuenta con apoyo psicológico, ellos sólo quedaron en silencio y no negaron nada de lo que yo les dije", apuntó la madre de los adolescentes.
Por último, señaló que lo ocurrido modificó bruscamente el rumbo de la vida del hogar. "Con mi marido no sabemos qué hacer, con esto traspasaron todos los límites. Somos una familia conformada por el papá, la mamá y cuatro hijos. Hasta hoy teníamos problemas como cualquier familia, íbamos al psicólogo con mi esposo para resolver las cuestiones típicas de la adolescencia, pero esto nos destrozó", dijo la mujer.
Por último, llamó a todos los padres de adolescentes que estén escuchando la radio a conformar una red para tratar de resolver esta problemática que se repite en los hogares donde viven chicos de entre 13 y 19 años que cuentan con conexión a internet.
Chicas que buscan ratonear
El auge de los hombres que buscan ratonerase con adolescentes casi niñas que aparecen posando en sus habitaciones, con sus osos de peluche y vestidas de entre casa –tal como se las puede ver en la calle, camino a la escuela o tomando el colectivo– no es nuevo, pero ciertamente él fenómeno se replicó con el boom de internet y los fotologs.
Muchas de las fotos que las chicas envían a la web terminan siendo subidas, con autorización o no de las menores, a los sitios web que tienen un fin comercial: hay que registrarse para navegarlos y dejan buenas tajadas de ganancias.
En algunos casos, las fotos se suben sin autorización de las chicas. Pero en otros, a través de la proliferación de sitios de adolescentes hot, son ellas mismas las que se loggean para que sus imágenes queden exhibidas en la web. Buscan en la mayoría de los casos mostrar su sensualidad a los hombres que admiran sus formas de Lolitas.
Es el caso de los sitios Tus pendejas y Alta pendeja que reúnen fotos de chicas en ropa interior, algunas más sensuales que otras, en grupos de amigas, muchas con insinuaciones lésbicas o con ropa tal como se las ve en la calle o en boliche.
Aunque Gabriela, la madre de la adolescente que se comunicaba con un hombre mayor para enviarse fotos eróticas no sabe si esas imágenes fueron subidas a la red, alertó a otros padres: "Quiero que los padres que creen al igual que lo que creíamos nosotros que los hijos estan en internet hablando de cosas inocentes verifiquen si realmente es así".
Pandillas en la web
Pero en su excursión por el historial de la computadora de su casa, Gabriela no sólo se topó con esas conversaciones también comprobó que otra de sus hijas, la de 13 años, forma parte de una patota de la ciudad que se autodenomina La favela.
"Leí unos registros del MSN donde hablaban de que para ingresar al grupo tienen como opciones para realizar, marcar o apuntar a una persona y luego pegarle", lamentó la mujer.
La favela y El niño son dos pandillas de la ciudad que hace unas semanas atrás se enfrentaron en las calles céntricas en lo que una especie de batalla campal.
Los estudiantes que participaron de esa gresca tenían entre 14 y 17 años y pertenecían al colegio Padre Claret, las escuelas Nacional Nº 1 y Nº 2, la Técnica Nº 5 y el Liceo Avellaneda.
"Es evidente que para el funcionamiento de las patotas se necesita del uso de internet para marcar a alguno de los chicos que tienen que golpear, para dar las directivas y para amenazar", contó la madre de la adolescente. Y agregó: "Lo sorprendente es que me fui enterando que chicas amigas de mis hijas forman parte de La favela y digitan esto. Incluso, mi hija fue amenazada via Internet de que la iban a acuchillar y le iban a sacar las zapatillas".
Por último, la mamá alertó que una reyerta se espera para el próximo 21 de septiembre, en que coinciden los festejos del Día del Estudiante y del Día de la Primavera. "Planteaban algo así como un golpe comando de un grupo que incluía chicos del colegio Padre Claret, del Liceo Avellaneda y de los Nacionales Nº 1 y Nº 2", concluyó.