Amor de perro, que todo lo demás es agua. La lealtad de un pichicho por su dueño fue tan grande que empujó su silla de ruedas en medio de una inundación, mientras el resto de las personas sólo atinó a mirar.
La prueba de afecto incondicional quedó registrada en un video que filmó uno de los autos que pasaba por una de las calles anegadas. Las imágenes habrían sido tomadas en una ciudad rusa.
El responsable del clip, al igual que otras personas que circulaban por el lugar no se detuvieron a ayudar y el pobre perro hizo el trabajo solo.