El vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic, presentó el sábado su "renuncia indeclinable" ante el Plenario Nacional de la coalición de izquierdas que gobierna el país, el Frente Amplio (FA), y al propio presidente, Tabaré Vázquez. La decisión fue tomada ante las acusaciones de uso de dinero público para su beneficio personal cuando estuvo al frente de la mayor empresa estatal del país, la petrolera Ancap.

El sábado el oficialismo celebró un Plenario Nacional, máximo órgano de dirección de la agrupación, para analizar el caso del vicepresidente, quien se defendió ante las acusaciones de malversación y comunicó su decisión de renunciar. 

"Presenté ante el Plenario del FA mi renuncia indeclinable a la vicepresidencia (de Uruguay). Se lo comuniqué también al presidente Tabaré Vázquez", anunció Sendic, quien también preside el Senado, en su Twitter.

Según medios locales, Vázquez aceptó la renuncia y canceló el viaje que tenía previsto hacer a Nueva York la próxima semana para asistir a la Asamblea General de la ONU. 

Por su parte, el presidente del Frente Amplio, Javier Miranda, dijo en una rueda de prensa, al término del pleno, que la agrupación "tomaba nota" de la renuncia de Sendic e instó a "velar po. la unidad y la honestidad de los frentamplistas".

La dimisión, que será formalizada el lunes ante el Congreso, generó sorpresa en Uruguay, aunque en los días previos al plenario los principales sectores del FA habían acordado una resolución para señalar un "apartamiento ético" del vicepresidente y aplicarle algún tipo de sanción.

Ante una renuncia, la Constitución uruguaya establece que la Vicepresidencia debe ser ocupada por el segundo senador más votado, que en este caso sería Lucía Topolansky, de 72 años, esposa del ex mandatario (2010-2015) y actual senador José Mujica.

En declaraciones al noticiero del canal Monte Carlo TV, Mujica aseguró que la senadora está dispuesta a tomar el cargo si la coalición se lo pide. "Topolansky es vieja militante del partido, va a sumir lo que le pida su organización y la circunstancia", afirmó.

El renunciante, hijo del líder histórico y fundador de los tupamaros, Raúl "Bebe" Sendic (1925-1989), se vio envuelto en una polémica luego de que el semanario político local Búsqueda publicara en junio los gastos que realizó con una tarjeta corporativa de la petrolera estatal Ancap, que incluyen compras en tiendas de ropa, de joyas y de electrónica, entre otras.

Luego de que se dieran a conocer estos gastos, Sendic se presentó de forma voluntaria ante el Tribunal de Conducta Política (TCP), un órgano de control interno del FA, para que evaluara el uso de una tarjeta corporativa cuando estuvo al frente de Ancap, empresa de la que fue vicepresidente entre 2005 y 2009 y presidente entre 2009 y 2013.

El pasado 1 de agosto, el TCP concluyó su investigación y emitió un fallo que, entre otras cosas, concluyó por unanimidad que Sendic tuvo un "proceder inaceptable en la utilización de dineros públicos".

"Estos hechos comprometen su responsabilidad ética y política, con incumplimiento reiterado de normas de control", agrega el documento, que fue elevado para su discusión en el Plenario.

Antes de este caso de malversación, la imagen del político ya había sido cuestionada por presunta mala gestión y manejos irregulares en Ancap –hechos que la Justicia está investigando actualmente– y por presentarse como licenciado en Genética Humana, un título con el que incluso firmaba documentos, pero que no logró demostrar.

"Estábamos convencidos de que la racionalidad de Raúl lo iba a llevar a una decisión de este tipo", comentó sobre la renuncia el ex presidente Mujica, quien consideró que "esta resolución lo libera".

Mujica, uno de los principales referentes del FA, admitió que la dimisión de Sendic "tiene costos políticos" y complica el futuro de la formación oficialista de cara a las elecciones de 2019.  

Sendic, de 55 años, había tenido hasta ahora una carrera ascendente: primero como diputado, luego como ministro de Industria y después ocupando altos cargos en Ancap, hasta llegar a la Vicepresidencia.

Dada su trayectoria, el político era visto por muchos dirigentes como un potencial candidato presidencial por el FA en los próximos comicios. Sin embargo, la caída pareciera irreversible.