La derrota sufrida el viernes por la noche ante Banfield caló hondo en los alicaídos ánimos del plantel canalla. Como muestra de ello, sólo escuchar al Rifle Castellano, quién tras más de un año en el banco de suplentes volvió a ocupar la valla en el preciso momento de la debacle producto de la lesión de Álvarez.

“Tocamos fondo, peor no se puede estar” comentó tras la práctica que se realizó en Palos Verdes. “El vestuario fue el peor que me tocó vivir, junto con el de la derrota contra el San Pablo en la Libertadores 2004” fue la contundente afirmación que hizo el arquero respecto a lo difícil que resulta asimilar una derrota así.

Castellano, uno de los referentes del plantel por edad y experiencia, también dio cuenta de uno de los motivos que llevó a perder un partido que se pensaba estaba ganado: “En este momento, la pelota quema en los pies de los jugadores y nadie quiere tenerla”.

Respecto a lo que viene, el Rifle admitió que “sería necio negar que vamos a pelear en la zona del descenso”, aunque tuvo tiempo para dejar un mensaje alentador: “El plantel está muy unido, y hay material para salir” cerró.