El clima enrarecido por las amenazas a funcionarios del Ministerio de Seguridad y el ataque a la casa del gobernador Antonio Bonfatti sumó un nuevo episodio: desconocidos ingresaron a la casa de la secretaria de Delitos Complejos, Ana Viglione, y se llevaron, entre otras cosas, una computadora. No sólo eso, los ladrones se encargaron también de desarmar y alzarse con las grabaciones de las cámaras de seguridad, con lo cual no hay imágenes de ellos. La funcionaria, en diálogo con el programa Radiópolis, de Radio 2, admitió que la situación le genera sino miedo al menos inquietud pero advirtió que los mensajes mafiosos no detendrán la decisión política del gobierno provincial de avanzar contra el crimen organizado. En tanto, el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, inscribió el hecho en el marco de la escalada que comenzó con las amenazas y el atentado al mandatario provincial, y apuntó a "nostálgicos de la vieja policía".
El hecho se produjo ayer a la tarde en la ciudad de Santo Tomé, donde está el domicilio particular de Viglione, cuando la funcionaria estaba en Rosario.
En la casa no había nadie y los desconocidos que ingresaron, según confirmó Viglione, se llevaron una notebook, una tablet, una cámara de fotos, un televisor y el DVR, el sistema de grabación que almacenaba las imágnes que toman dos cámaras de seguridad que inslató días atrás en el frente y la parte de atrás de la casa.
Viglione dijo que en la computadora y en la tablet no había información específica de investigaciones que lleva adelante la Secretaría de Delitos Complejos, que tiene bajo su órbita el combate de delitos como la trata de personas, tráfico de drogas y lavado de dinero. Pero sí algunos informes que pidió a organismos policiales y listados de personal.
Además, si bien la policía en principio investigaba el hecho como robo, ella pareció apuntar a que se trató de un nuevo mensaje mafioso como ya recibieron otros funcionarios del Ejecutivo y la Justicia, entre ellos el gobernador.
En ese marco, admitió, cuando la consultaron sobre si sentía miedo, que "hay sensaciones extrañas" que "pasan por el cuerpo", pero aseguró que eso no afectará su trabajo.
"Se asumen los riesgos y estamos convencidos de que si se avanza esta es una de las varianles. No nos amedrenta, vamos a seguir adelante. Es lo que la ciudadanía nos reclama", afirmó.
Por su parte, Lamberto dijo que "claramente esto forma parte de los tantos intentos que venimos sufriendo destinados a frenar avances de investigaciones contra las bandas violentas", apuntó hacia el interior de la fuerza de seguridad: "En esto no sólo hay bandas sino nostálgicos de la vieja policía que no entienden que la fuerza tiene que transformarse y convertirse en un servicio público al servicio de la ciudadanía".
Ana Viglione (Radio 2)