Un breve y brusco asalto se produjo el sábado a la noche en un restaurante de Agrelo al 1800, en la zona norte de Rosario. Tres hombres con sus caras tapadas y armados ingresaron al local cuando varias personas ya estaban cenando y sus hijos estaban en el sector de juegos. Robaron pertenencias a los comensales y dinero de la caja. “Sucedió todo exactamente en un minuto, por suerte no entraron al kinder”, dijo el dueño. Quedó todo filmado por las cámaras de seguridad.

Este es el cuarto robo que se registra en el local gastronómico de Agrelo al 1800, aunque éste fue el primero con las puertas abiertas y los clientes en el lugar. Andrés, el propietario, contó en De 12 a 14 (El Tres) que “fue en un tiempo muy corto pero la verdad que fue una situación muy fea”.

“Es la primera vez que nos pasa con esta modalidad”, contó el comerciante. Y lamentó: “Uno siempre dice «cuándo me tocará a mí; bueno, ahora nos tocó»”.

Andrés detalló que “eran tres ladrones armados que entraron de una forma muy brusca. En un minuto se desencadenó todo, por suerte no hubo violencia con los comensales”. Y amplió que “dos quedaron robándole a la gente en el salón y un tercero se va al sector de caja y roba la gabeta con el dinero”.

“Nosotros tenemos dos sectores de juego, por suerte no entraron al kinder. Los padres que tenían a sus hijos en el kinder fueron los más asustados y se movieron para proteger a los chicos”, comentó el dueño del comercio gastronómico.

“Después del hecho tuvimos que cerrar el negocio, por supuesto que no se le cobró a la gente que estaba acá. Así que más allá del robo, también fue un día de ventas perdido y un sábado a la noche que es clave para la gastronomía”, aportó luego.

Y confió que “una hora después del robo había clientes que todavía tenían una especie de ataque de nervios”. No hubo que recurrir a asistencia médica.

“Recién arrancábamos a trabajar, eran las 10 menos cinco de la noche, si esto pasaba media hora después hubiese sido peor”, advirtió.

Después describió que “fue todo en un minuto, exactamente un minuto. Se fueron corriendo hacia el oeste, no vimos si hubo algún vehículo esperando”. Añadió: “Nosotros tenemos sistema de videovigilancia, botón antipánico que se activó, se llamó al 911, pero fue todo tan fugaz que no se pudo hacer nada”.

No es el primer hecho de inseguridad que ocurre allí: “En lo que va del año tuve tres robos, pero con otra modalidad, con el negocio cerrado, se llevaron utensillos, un televisor, una play. Pero esta vez fue más duro porque estaba la gente adentro”, destacó.

“El próximo paso es directamente poner un policía en la puerta. Pero la cosa no está fácil, los costos son cada vez más altos, pero lo vamos a tener que hacer”, aseguró.

“Estamos todos atemorizados, nos reunimos con otros comerciantes de la zona, está un poco castigada esta zona norte”, finalizó.