Los casos de rotura de termómetros de mercurio se repiten y asustan a los familiares de muchos menores ya que en algunas oportunidades, por accidente, se puede ingerir ese metal líquido con todos los riesgos que esto implica.

En ese marco, una movida nacional se propone cambiar el termómetro tradicional y utilizar, en cambio, nuevos aparatos para medir la temperatura corporal que son digitales, seguros y no implican ningún riesgo de contaminación.

Este lunes, por ejemplo, el Hospital Fernández de Capital Federal decidió reemplazar los 450 aparatos antiguos por termómetros digitales. La misma medida fue considerada por los hospitales de la red pública de Rosario que se comprometieron con la firma de un convenio a eliminar los peligrosos termómetros de mercurio.

La directora del Hospital de niños Víctor J. Vilela, Karem Liljesthröm, contó a Rosario3.com que desde el año pasado se trabaja en el reemplazo de los termómetros de mercurio por los digitales de manera progresiva, hasta llegar a la eliminación de los primeros. En esa institución se desarrolló, además, un estudio por parte del equipo de enfermería para controlar la efectividad de los aparatos digitales. El resultado fue que los nuevos termómetros “pueden usarse sin ninguna duda o desconfianza”, dijo Liljesthröm.

La médica y funcionaria explicó uno de los problemas vinculados al cambio: el costo de un termómetro digital es doce veces mayor a uno de mercurio que cuesta menos de un peso. Sin embargo, el beneficio (además de la no contaminación) es la mayor durabilidad de los digitales porque se rompen menos.

Los peligros del metal líquido

Verónica Ordiozola, de la ONG Salud sin daño, habló con Radio 2 sobre la peligrosidad del mercurio. La especialista explicó que “el metal está cada vez más presente en el medio ambiente contaminando. Incluso ha llegado a contaminar la cadena alimenticia, sobre todo las acuáticas”.

Salud sin daño es una ONG internacional que reune a médicos y enfermeros que bregan por la ecología en los efectores de salud para no contaminar al medio ambiente, a los trabajadores y a los pacientes. Desde hace un tiempo vienen proponiendo eliminar el daño por mercurio ya que, sostienen, “representa un grave problema de salud humana y ambiental”.

En su página de Internet invitan a sumarse a la campaña contra el mercurio y explican que “a temperatura ambiente, el mercurio elemental líquido se puede transformar en gas en cantidades significativas, exponiendo a las personas a lo tóxico del elemento”.

En caso de que exista un derrame de mercurio por rotura de un termómetro o por otro motivo, Odriozola recomendó ponerse guantes y usar una jeringa o gotero para que haga vacío y absorba las gotas derramadas. Luego se aconseja que se coloque el metal en un recipiente lo más hermético posible y llevarlo a un Hospital Público que junte este tipo de residuos.

En Argentina, la cantidad de establecimientos que han firmado el compromiso de eliminación del mercurio son diez, entre ellos cuatro rosarinos: el Hospital Carrasco, el Roque Saenz Peña, la Maternidad Martin y el Hospital de Niños Víctor J. Vilela.