Hernán Funes

En el cuartel de los Bomberos Zapadores de Rosario aún hay dibujos de chicos que destacan la labor del cuerpo. Se ven edificios, autobombas, fuego, escaleras, escombros. Son una referencia inequívoca a la tragedia de Salta 2141, donde los rescatistas fueron largamente reconocidos por su tarea.

Allí está Gustavo Ruarte, un suboficial con rango de cabo que, en su guardia de 24 horas, está a cargo del móvil. Lleva ocho años en la fuerza que depende de la policía provincial y en la explosión que enlutó a la ciudad desde el 6 de agosto pasado tuvo una labor particular: con su cámara registró todos y cada uno de los movimientos en la zona cero durante los siete días de búsqueda y rescate. Posee, en más seis mil fotos, un documento único, que publica Rosario3.com al cumplirse cuatro meses del hecho.

"Preguntaron quien era quién era yo. Mi jefe lo explicó y ahí fue que me autorizaron para hacer un registro. Era la única persona autorizada, ya que ningún civil podía estar ahí. Sacaba fotos y sacaba escombros", le cuenta Gus, como lo conocen en el cuerpo.

Ruarte llegó al lugar a colaborar por la supuesta explosión de una caldera. "La magnitud del desastre era increíble, nunca vista. Dejé la cámara y me puse a colaborar", afirma. Lo primero que vio, en el centro del desastre, fueron escombros. Era el edificio que colapsó.

"Era una montaña de no más de quince metros. Pensamos que era una casa de dos o tres pisos. Nadie imaginó que ahí había un edificio de nueve pisos", recuerda, sobre los primero momentos en Salta y Oroño. "Después empezamos a ver un piso junto con el otro. Se veía madera, loza, madera, loza. Ahí nos dimos cuenta de que era piso-techo", relata.

Fotos inéditas. 

Ruarte pensó en fotografiar el trabajo de cada bombero que pasó por el lugar. Para estudiarlo a futuro, aprender, ver las técnicas utilizadas y exhibirlas en academias. También lo hizo porque "cada bombero que pisó la zona quedó marcado", dice y añade: "Hay un antes y un después, para todos".

Fotos inéditas.
El paso de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por el interior del desastre es valorado por los Bomberos. Entienden que es positivo "que se haya preocupado", aunque Ruarte considera que es "una falta de responsabilidad que haya ingresado sin medidas de seguridad". Y argumenta: "Portar casco en una zona de derrumbe es fundamental. Por más que seas presidenta no se te va a dejar de caer un escombro en la cabeza".
Fotos inéditas. 
"Está la prensa porteña buscándote", le dijo un interlocutor. "¿Por qué a mí?", preguntó. "Quieren ofrecerte una luca verde por la foto de un muerto", fue la respuesta. Su primera reacción fue informarlo a las autoridades. "Me alerté porque es algo que me desagrada y mucho. Veníamos del caso de que habían publicado fotos compradas de Ángeles Rawson en Buenos Aires", sostiene. Sus superiores le brindaron mayor confianza y ya no pudo ingresar otra cámara al lugar.
Fotos inéditas.
El viernes 9 de agosto estaban trabajando en el segundo subsuelo de las cocheras cuando toda la estructura se movió. Así lo recuerda: "Habíamos encontrado un auto y parecía haber un lugar con posibilidades de vida importantes. Se movió todo. Éramos unos veinte. Diez salieron corriendo y el resto nos quedamos tratando de resguardarnos. Uno habla en frío, pero sabíamos que si se caía no podíamos ir a ningún lado". 
Fotos inéditas.
Entre los mayores recuerdos está la solidaridad de los rosarinos. Desde un civil que aportó materiales como tarimas, herramientas, puntales y conocimiento para moverse en la zona, hasta la entrega de la gente. "Me saco el casco por Rosario. Me dar orgullo decir que soy rosarino. No paraban de traer cosas y de demostrar que íbamos a tener lo que necesitáramos. También ese aliento para seguir adelante, porque estábamos agotados por los días sin dormir", rememora.
Fotos inéditas.
En medio de los riesgos que corrieron y del reconocimiento, aflora el orgullo por "el trabajo en equipo" de los Bomberos de toda la región. Y mientras Ruarte afirma que se queda corto con la palabra "vocación" para describir su trabajo, suena una alarma en el cuartel. Es un accidente de tránsito en Urquiza y Ricchieri y hay personas atrapadas. Sale corriendo, se sube a una autobomba, prende la sirena y el camión acelera.
Fotos inéditas. 
"No sabría identificar qué es, pero hay algo que te mueve y no te permite hacer otra cosa que estar ahí para ayudar", trata de explicar. Algo así pasó en Salta 2141, aquella tragedia que marcó a cada bombero que pasó por el centro del desastre y que él pudo registrar. Su pensamiento tiene un punto fundamente: “Una imagen vale más que mil palabras”.
Fotos inéditas.