Shinzo Abe fue nombrado nuevo primer ministro de
Japón por la Cámara de Diputados del Parlamento, por lo que toma el relevo de Junichiro Koizumi, quien ocupó el cargo durante los últimos cinco años y medio.
Abe, de 52 años, obtuvo 339 votos, de los 476 emitidos; uno de ellos fue anulado, frente a los 115 que consiguió Ichiro Ozawa, jefe de la oposición.
La elección de Abe fue propiciada por la mayoría numérica en la Cámara de Diputados de la coalición liderada por su partido, el Liberal Demócrata (PLD), y fue seguida de una votación similar en la Cámara Alta considerada protocolaria.
La Constitución japonesa da prioridad al designado por la Cámara de Diputados.
De los 240 votos de la Cámara Alta, Abe obtuvo 136 y Ozawa 85 y el remanente fue repartido entre otros tres candidatos.
El nuevo primer ministro, cuyo cargo dura tres años, formará hoy mismo un nuevo gabinete de 17 carteras ministeriales. La identidad de sus integrantes será anunciada a última hora de la tarde.
Abe dará su primera rueda de prensa como jefe del ejecutivo después de presentarse ante el emperador, Akihito, en una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio Imperial.
Shinzo Abe formará el 90 gobierno de Japón y será el 57 primer ministro.
El primer ministro más joven de Japón nacido después de la Segunda Guerra Mundial llega al poder con fama de conservador, aunque se espera que continúe las reformas de Koizumi.
Abe pertenece a una dinastía de políticos que arranca a comienzos del siglo pasado. Es nieto del que fuera primer ministro japonés Nobusuke Kishi e hijo del también fallecido ex ministro de Exteriores Shintaro Abe.
Kishi antes de primer ministro fue un proscrito en este país por sus actividades políticas del Japón superviviente de la Segunda Guerra Mundial.
Shinzo Abe, elegido el pasado miércoles Presidente del Partido Liberal Demócrata (PLD), es conocido como "el príncipe" por sus refinados modales, pero al mismo tiemp como un "halcón" por sus principios conservadores.
Su predecesor y mentor, Koizumi, uno de los más carismáticos líderes de Japón en los últimos años dijo en su discurso de despedida que "el brote de la reforma se empieza a convertir en un gran árbol".
Tras un lustro en el poder, el popular político de abultada melena cana ha dejado al país en la senda de las reformas, impulsado por una notable mejoría económica, pero al mismo tiempo con las relaciones diplomáticas con China y Corea del Sur seriamente dañadas.
Abe, de 52 años, obtuvo 339 votos, de los 476 emitidos; uno de ellos fue anulado, frente a los 115 que consiguió Ichiro Ozawa, jefe de la oposición.
La elección de Abe fue propiciada por la mayoría numérica en la Cámara de Diputados de la coalición liderada por su partido, el Liberal Demócrata (PLD), y fue seguida de una votación similar en la Cámara Alta considerada protocolaria.
La Constitución japonesa da prioridad al designado por la Cámara de Diputados.
De los 240 votos de la Cámara Alta, Abe obtuvo 136 y Ozawa 85 y el remanente fue repartido entre otros tres candidatos.
El nuevo primer ministro, cuyo cargo dura tres años, formará hoy mismo un nuevo gabinete de 17 carteras ministeriales. La identidad de sus integrantes será anunciada a última hora de la tarde.
Abe dará su primera rueda de prensa como jefe del ejecutivo después de presentarse ante el emperador, Akihito, en una ceremonia que tendrá lugar en el Palacio Imperial.
Shinzo Abe formará el 90 gobierno de Japón y será el 57 primer ministro.
El primer ministro más joven de Japón nacido después de la Segunda Guerra Mundial llega al poder con fama de conservador, aunque se espera que continúe las reformas de Koizumi.
Abe pertenece a una dinastía de políticos que arranca a comienzos del siglo pasado. Es nieto del que fuera primer ministro japonés Nobusuke Kishi e hijo del también fallecido ex ministro de Exteriores Shintaro Abe.
Kishi antes de primer ministro fue un proscrito en este país por sus actividades políticas del Japón superviviente de la Segunda Guerra Mundial.
Shinzo Abe, elegido el pasado miércoles Presidente del Partido Liberal Demócrata (PLD), es conocido como "el príncipe" por sus refinados modales, pero al mismo tiemp como un "halcón" por sus principios conservadores.
Su predecesor y mentor, Koizumi, uno de los más carismáticos líderes de Japón en los últimos años dijo en su discurso de despedida que "el brote de la reforma se empieza a convertir en un gran árbol".
Tras un lustro en el poder, el popular político de abultada melena cana ha dejado al país en la senda de las reformas, impulsado por una notable mejoría económica, pero al mismo tiempo con las relaciones diplomáticas con China y Corea del Sur seriamente dañadas.