Un informe que publica este sábado el diario Clarín, adelanta la posible modificación de las tarifas del gas y de la luz, antes de que comience su mandato la electa presidenta Cristina Fernández de Kirchner. De acuerdo a lo adelantado, el aumento se aplicaría en forma gradual y antes del 10 de diciembre alcanzaría a los sectores de mayores ingresos, para luego implementarse, en lo que va del año siguiente, al resto de los usuarios. En tanto, estaría contemplada una tarifa social para los que menos ganan.

El ajuste para los usuarios de más altos recursos, según consigna el matutino porteño, rondaría entre el 15% y el 20% y sería la primera parte de un plan de ajuste general. A partir del 2008 se extenderá a otros sectores. Según las fuentes gubernamentales, el plan de ajuste tendrá una aplicación gradual en tres etapas y será progresivo.

De acuerdo a las fuentes consultadas, pagarán más los que más tienen y menos quienes carecen de recursos. También se estudia que quienes reciben asistencia social o los jubilados que cobren el haber mínimo paguen una tarifa social.

El costo de los servicios públicos está congelado para la mayoría de los clientes residenciales desde 2002, cuando se pesificaron las tarifas tras la devaluación.

La iniciativa de incrementar las tarifas de luz y de gas para los que más tienen apuntaría a disminuir el costo de US$ 4.000 millones que implicaron, este año, los subsidios a la generación de energía (importación de fuel oil, por ejemplo) para mantener las tarifas controladas. Con un precio internacional del crudo más elevado que en el pasado invierno, se buscaría con esta medida reducir el gasto del Gobierno.

El resto de los usuarios pagaría el ajuste durante el 2008, ya que la suba será por sectores y se aplicará de manera gradual. El último sector en incorporarse a los nuevos aumentos será el de más bajos ingresos, que estaría alcanzado por una "tarifa social".

Este escalonamiento tarifario se intentó aplicar en otras ocasiones pero técnicamente se postergó porque es de difícil aplicación por los controles que demandaría la aplicación correcta de una tarifa social.

Ente otras medidas, el gobierno de Kirchner también estudia una suba de entre 3 y 5 puntos en las retenciones para las exportaciones de soja, trigo y maíz, al tiempo que se analizan descuentos impositivos para las pequeñas y medianas empresas que se reequipen para aumentar su producción y exportación. Es una norma que se envió en setiembre y ahora se renovaría.