A veces hay gustos y lujos que salen caros. Es lo que le pasa al buscador más popular de la web, Google con su botón: Voy a tener suerte, una aplicación que por cierto sólo utilizan el 1% de los usuarios.
La herramienta le cuesta mantenerla a Google la suma para nada módica de 110 millones de dólares al año, dinero que dejan de ingresar porque el buscador te dirige directamente al primer resultado de la búsqueda, saltándose la publicidad.
Que Google decida renunciar a esta cantidad de dinero se debe a motivos de imagen. Es decir, desde Google consideran que la frase que hizo célebre Harry El Sucio, ya es marca de la casa y por tanto no van a renunciar a ella cueste lo que cueste. Parece que no todo es dinero para el buscador.