Una banda de delincuentes aprovechó la gran circulación de gente en los centros comerciales de cara a las fiestas y el 24 de diciembre por la tarde entró a un local de Garbarino, de Capital Federal, para robar.

Los hombres estaban armados y una vez que lograron reducir a los empleados y clientes se alzaron con algunos productos electrónicos y parte de la recaudación.

Pero, nada hubiese sido posible sin la ayuda de Papá Noel. Es que los hombres fueron acompañados de otro que estía traje rojo y blanco y panza y quien ofició de campana en la puerta del local.

Saludando a los chicos, regalando caramelos y al compás del din -don-dan de una campana, el Santa Claus estuvo alerta a que sus compañeros puedan terminar la tarea sin que los detenga la policía