Entre el 70 y el 75 por ciento de las denuncias a la línea 137 de las Brigadas de Intervención del Programa de Víctimas contra las Violencias se refieren a mujeres golpeadas o que padecen maltrato psicológico, indicó este viernes la socióloga Eva Giberti.
Los datos sobre el primer año de trabajo de las Brigadas, que comenzaron a funcionar el 16 de octubre de 2006, fueron presentados este viernes por el ministro del Interior, Aníbal Fernández, el jefe de la Policía Federal, Néstor Vallecca y la socióloga Giberti, que dirige el Programa.
Según explicó Giberti, "las Brigadas se ponen en funcionamiento cuando los vecinos o las propias víctimas de violencia llaman al 137".
En ese caso "se dirige al lugar uno de los cinco móviles no identificables, en los que van dos policías, un psicólogo y un trabajador social", explicó Giberti en referencia al programa que funciona en la Capital Federal.
"Entre 70 y 75 por ciento de las denuncias se refieren a mujeres, y el resto a niñas y niños", aseguró la responsable del programa dedicado a prevenir y combatir la violencia familiar.
"El caso típico es el de un sujeto pegándole a una mujer, o a una mujer y a sus hijos. En todo el año recibimos sólo una denuncia de un hombre" que afirmaba ser víctima de violencia familiar, reveló Giberti.
La situación de la Capital Federal es similar a la de la Provincia de Buenos Aires, según revelan las cifras de ese distrito.
Datos recientes de la Secretaría de Derechos Humanos provincial indican que el 70% de los llamados que recibe la línea 911 de la provincia es por situaciones de violencia de género, un porcentaje que equivale a un promedio de entre 9.000 y 11.000 casos por mes.
El otro dato estadístico que da cuenta de la problemática es el que lleva la Dirección de Género del Ministerio de Seguridad bonaerense, que entre enero y junio de este año relevó 18.498 denuncias radicadas sólo en las Comisarías de la Mujer.
Los especialistas advierten que los números son incompletos porque no hay un registro que unifique las denuncias que se reciben en comisarías comunes, en tribunales y en los hospitales, y porque es una problemática que muchas veces, es ocultada y vivida en silencio, sin intervención de la justicia.