Hace 20 años el filósofo y periodista Miguel Wiñazky creó una valiosa conjetura de trabajo que aun deja huellas: la noticia deseada. Aquella noticia que la opinión pública elige creer. La audaz hipótesis del profe Wiñazki se basa en la idea que la noticia no es un proceso gestado solo por los medios que la emiten, sino también por las audiencias que la desean. No importa la verdad, la mentira, lo real o lo ficticio, sino el deseo de creer en una historia y defender a capa y espada el argumento por más demencial que parezca

Mauro Brissio le da una vuelta de rosca al momento. El especialista en Fake News, Magíster en Comunicación (UNLaM)e impulsor de la Ley AntiFakeNews creó una noticia falsa para debatir sobre ellas. Un riesgo enorme donde el mundo (no solo la Argentina) discute qué hacer con la libertad de difundir y escribir cualquier cosa sin que nada o nadie pueda traducir o intervenir sobre los disparates

Brissio avisó en su canal de youtuve lo que iba a suceder: su mentira difundida en Twitter iba a tener una repercusión enorme y que iba a ser mu. difícil rectificarla. El lector, aun corregida y develada la noticia falsa, iba a seguir creyendo en esa mentira. 

El especialista en fake news escribió en Twitter: “Me explota el corazón de la alegría. Me acaban de llamar del gobierno para formar parte del Ministerio de la Verdad que tendrá como objetivo combatir, multar y penar a aquellos que difundan fake news”.

El texto tuvo más de un millón de impresiones y generó un debate que inmediatamente fue abortado por los funcionarios de mayor jerarquía en la comunicación de la Casa Rosada. Un legislador porteño respondió el texto pisando el palito: “Ministerio de la verdad”. Ahora el gobierno va a decidir que es verdad y que es mentira. Total normalidad. Felicitaciones por el tongo @BrissioMauro”.

Minutos después, la vocera del presidente, la periodista Gabriela Cerruti se sumó con sus propios prejuicios en la discusión: “Tenía que ser de derecha el primer diputado en compartir algo que claramente es #FakeNews sin tomarse el mínimo trabajo de chequear. Propagadores de discurso de odio y noticias falsas”, escribió la vocera.

“Hasta que la verdad se haga costumbre”, promociona en su cuenta twitter Brissio enredado en la paradoja enloquecedora. Mentir para defender la verdad. Hacer lo mismo que combate para demostrar su teoría. Peligrosa cornisa que estuvo dispuesto a caminar. 

Después de ser tendencia en Twitter y generar un sinnúmeros de debates en la misma red donde la noticia falsa circuló, la vocera presidencial volvió sobre sus pasos y no solo atacó a quienes políticamente usaron la fake para emprender una nueva batalla contra el Gobierno, sino al propio autor: “Me parece lamentable el uso de una mentira involucrando al gobierno y con un tema sensible para un juego en redes. Precisamente porque sabemos cómo funciona el mecanismo. En adelante, penosamente, mucha gente creerá que existe el Ministerio de la Verdad”.

Fake News la Noticia Deseada. La historia verosímil que aun sin ocurrir puede suceder en cualquier momento. 

Escribir una fake news para alimentar el debate es un riesgo. El autor de la provocación en Radiópolis dio algunas consideraciones de su acción. “Hice un video en Youtube anticipando lo que iba a suceder y tal como lo imaginaba fue una explosión de repercusión. Un millón de impresiones. La velocidad que tiene el tráfico de la mentira es enorme”, dijo en Radio 2. 

Si bien lo escrito por el autor de la fake es un texto peligroso en todo sentido (“Ministerio de la Verdad”) su espíritu de impulsar un Estado que regule, controle y sancione la mentira es una obsesión del Poder. ¿Qué es verdad? ¿Qué es lo contrario? 

“La mentira tiene un poder por encima de la verdad. Con la verdad no alcanza para vencer y desenmascarar a la mentira. Hace falta que el Estado regule y sancione para intentar restituir los derechos que se vulneran cuando se difunde la mentira. Ese es el objetivo”, agregó 
Si bien la idea de un mundo distópico a lo George Orwell es hoy debatido con el ingreso de Elon Musk a Twitter o las sanciones en Europa y EEUU a quienes crean o trafican noticias falsas, el recurso de mentir construye una realidad que muchos desean. Los paraísos o los infiernos de cartón pintado.

¿Por qué la mentira a veces es más creíble que la verdad?. “Nosotros los consumidores somos grandes filtros. Hay un periodismo para la hinchada. Se tiende a activar. Hoy lo que se descubrió que cuando publicas una mentira vas a tener más repercusión que diciendo la verdad. Hay medios formateados desde su origen para eso”. 

Para Brissio “el Estado debe intervenir sobre las mentiras. El mundo está avanzando sobre este sentido. El Estado debe proteger tus derechos. Tenemos derecho de recibir información verdadera. Cuando aparecen las mentiras en las redes se vulneran esos derechos. Lamentablemente hay una serie de cambios y vacíos legales que le permite a la mentira trascurrir con impunidad. Al que miente no se lo castiga”, agregó. 

Algo es cierto en este tiempo de verso. En un futuro no tan lejano, en un pequeño gran país del Cono Sur del Planeta, abundarán las mentiras. Ficciones de quienes gobiernan y de quienes quieren tener el control. Se llamará Campaña Electoral. Un mundo irreal donde la exageración de defectos ajenos y virtudes propias enlodarán las cabezas ya enlodadas de quienes eligen a sus autoridades. 

Nos levantaremos una mañana. Imaginaremos una heladera repleta de alimentos saludables y nos preguntaremos una vez más: “qué noticia queremos desear”. El inevitable camino de la Fakelife