Los dos grandes tanques electorales santafesinos entraron en la fase final de negociación de listas electorales. El plazo vence el viernes a las 24. Carolina Losada y Maximiliano Pullaro ya están en la cancha. El lanzamiento de Losada tuvo repercusión en múltiples pantallas y llamó la atención su agresiva estrategia discursiva, no solo hacia el kirchnerismo sino contra Pullaro, su rival interno. El ex ministro de Seguridad cuida el tono. Horacio Rodríguez Larreta lo recibió el miércoles, con foto incluida y al día siguiente avisó que había elegido a Gisela Scaglia para ocupar el lugar de vice que Pullaro le había puesto a disposición. La interna nacional del PRO juega a lo ancho y largo del tablero, pero en Santa Fe las fichas se mezclan. Losada tiene dirigentes del PRO que apoyan a Larreta y Pullaro tiene algunos que bancan a Bullrich. De todos modos, imposible no leer la elección de Scaglia como contraparte de Federico Angelini, incondicional de Mauricio Macri, como vice de Losada. Clara García es la única que estiró lanzamiento formal para esta semana, mientras por debajo de ella se generan ruidos entre Mónica Fein y Antonio Bonfatti, y el hijo del ex gobernador Lifschitz rompe los esquemas y apoya a Pullaro, que este sábado cerró con Miguel Tessandori para que lo acompañe como precandidato a intendente. Con el ingreso del experiodista, la interna de Unidos en Rosario despeja el riesgo que se le fuguen votos por derecha y al mismo tiempo promete ser muy atractiva, por más que será parte de a competencia el intendente Pablo Javkin, quien juega en línea con Carolina Losada.

El gobernador Perotti empezó ayer a negociar con Marcelo Lewandowski para que sea el precandidato del oficialismo a la gobernación y seguirán hoy. No hay nada cerrado, pero ya a mitad de semana un alto funcionario del equipo de Perotti confesó que la candidatura de Mirabella “huele a cala”. Perotti activó el plan B tras recorrer el espinel el jueves en Buenos Aires. Visitó a Sergio Massa, entre otros, que busca apoyos a su candidatura presidencial. La negociación no incluye a Leandro Busatto y Eduardo Toniolli. Increíblemente el rossismo y el Movimiento Evita hasta ahora no logran una síntesis. 

Una de las noticias de la semana fue la decisión de Javier MIlei de no presentar candidaturas en la provincia de Santa Fe, lo que se leyó de distintas maneras en el peronismo y la oposición. Ambos frentes tratan de descifrar qué capacidad de daño conserva Amalia Granata en la categoría diputados y diputadas, ahora que no tendrá el respaldo de Milei y no hay ola celeste como en 2019. Esta categoría se encamina a tener más relevancia de la que ya tiene. Para Perotti será su reducto de poder. Y para la oposición un frente en el que no debería cometer errores si no quiere correr el riesgo de ganar y tener ambas cámaras en contra y al ex gobernador en la presidencia de Diputados.

Noticias desde el arco opositor

 

Los equipos de Carolina Losada esperaron a que pasara el discurso anual de Omar Perotti el 1° de mayo ante la Asamblea Legislativa. A pesar de las tres horas de duración, la repercusión en las redes sociales fue casi nula. Con el tráfico digital despejado, a las 18 pusieron en marcha el operativo anuncio y a las 19 le dieron click al video que anunciaba que había decidido ser precandidata a gobernadora.

En las horas y días siguientes mostró sus herramientas. No son novedad las duras calificaciones contra el kirchnerismo al que, en sintonía con las espadas de Juntos por el Cambio, fustiga sin sutilezas ni matices desde el Congreso; pero sí los golpes que le tiró a Maximiliano Pullaro. La marca del consultor Lucio Guberman detrás de la senadora se empezó a notar. Para el pullarismo “es un signo de debilidad, de que arranca de abajo en las encuestas”, y afirman que “Maxi no va a meterse en esa”. El otro aspecto que destacó en torno al lanzamiento de la experiodista es la mano de Mauricio Macri en la conformación de la fórmula con Federico Angelini. 

En el acuerdo Losada-Angelini se ve la mano de Mauricio Macri.

Losada tiene cerrado un acuerdo en Rosario con el intendente Pablo Javkin, que va por la reelección. Pero no se trata de acuerdos que engloben a todos. De ahí que el PRO busca su propio destino a nivel local. En la semana intentó juntar a todas sus partes para promover un candidato a intendente propio. No quiere regalarle sus votos a Miguel Tessandori y a la vez considera que al frente Unidos le falta un elector por centroderecha (mencionan a Ricardo Schlipper, Germana Figueroa Casas, Gabriel Chumpitaz y Charly Cardozo) que no pueden ser Javkin ni el socialista Enrique Estévez por sus “perfiles progresistas”.

Gabriel Chumpitaz fue la voz disonante. Dijo que su espacio es parte de una alianza con Pullaro y que va a hacer lo que ahí se decida. “¿Si el candidato soy yo, ustedes van a apoyar a Pullaro para la gobernación?”, los chicaneó. Dijo que si Pullaro cerraba un acuerdo con Tessandori él apoyará al experiodista. “Chumpi es mi hermano”, refrenda Pullaro para que se convenzan que a donde vayan irán juntos.

Este sábado a la tarde Pullaro y Tessandori cerraron ese acuerdo. El experiodista será candidato a intendente en la misma línea que Pullaro a gobernador. Competirá contra el intendente Javkin, el socialista Enrique Estévez y quizás algún nombre del PRO. Definitivamente la primaria de Unidos será atractiva.
No fue el único hecho que protagonizó Pullaro este sábado. También se formalizó que la cabeza de su lista de concejales será Federico Lifschitz, uno de los hijos del exgobernador. Militante del PS, referente de un puñado de centros socialistas de la zona sur, acompañará a quien fuera ministro de Seguridad de su padre. De esos tiempos se conocen. “¿Y Federico va a hacer campaña con Tessandori en lugar de acompañar a Enrique Estévez?”, tiran desde el PS, cuya lista de concejales todo indica estará encabezada por Susana Rueda. 

Maximiliano Pullaro junto a Federico Lifschitz, que lo acompañará desde la candidatura a concejal.

El jueves se cumple el segundo aniversario de la muerte de Miguel Lifschitz. Dos días después Clara García formalizará su candidatura a la gobernación. A diferencia de Losada y Pullaro, García buscará el contraste permanente entre la gestión 2015-2019 y el gobierno de Omar Perotti. La alimenta Gonzalo Saglione con números. En estos tres años y medio el ex ministro de Economía no le dio respiro a la administración Perotti a la hora de debatir sobre inversión pública entre una y otra gestión.

El frente opositor Unidos para Cambiar Santa Fe tiene ahora otro desafío. Si las encuestas lo ubican como favorito para ganar la gobernación, muy distinto es el escenario en la elección de diputados y diputadas, donde por el peronismo jugará el propio Perotti. Ante la posibilidad de tener que gobernar en minoría en la Legislatura, la categoría pasa a ser determinante para ese proyecto político. 

En el socialismo la lista para las Paso estará encabezada por ex gobernador Antonio Bonfatti o Mónica Fein. Hay preferencias y lecturas diferentes entre los sectores partidarios. Pullaro podría llevar de cabeza de lista al radical santafesino José Corral y con Losada el liderazgo podría recaer en la actual concejala Anita Martínez o en un empresario de apellido conocido.

Horas decisivas en el peronismo

 

No fue una buena semana para el gobernador Perotti. La seguridad pública volvió a desbordarse, no solo en el funesto conteo de muertes violentas, que superó largamente el centenar desde principios de año, sino con la reiteración de víctimas que nada tienen que ver con los entuertos que cargan las armas y tejen la trama del crimen organizado.

El viernes Perotti reunió a todo el gabinete provincial para coordinar una desaceleración del gasto a causa de la caída de los ingresos. Justo en la misma semana en la que leyó a la Asamblea Legislativa un discurso de tres horas en el que vendió la inversión pública como el sello de su gestión. Esa misma mañana le comunicó a Roberto Mirabella que activaría el plan B: una negociación con Marcelo Lewandowski para que sea el precandidato a la gobernación. Después de varios meses de invertir en la candidatura, Mirabella no logró arrimarse al piso de intención de voto y conocimiento desde el que larga el senador.

En consecuencia, Perotti desistió del plan A y le abre a Lewandowski la puerta que le cerró en dos o tres oportunidades desde finales del año pasado. Para el gobernador es una decisión agria: no es solo tener que poner la gestión y su apoyo a disposición de un dirigente que no es propio, sino admitir que en adelante habrá otro protagonista con quien compartir cartel en el gran teatro del peronismo santafesino, aún si Lewandowski no ganase.

El gobernador y el senador negocian un acuerdo.

Este sábado fue la primera reunión cara a cara. Cada uno planteó sus expectativas y explicó cómo veía el escenario. No hubo ni un sí ni un no de ninguno de los dos. Lewandowski mencionó el nombre de Silvina Frana para integrar el binomio. Perotti puso sobre la mesa el de Celia Arena. De nuevo: nadie impugnó. Los dos escucharon y se llevaron una primera impresión de las aspiraciones del otro. La negociación, por supuesto, incluye la lista de diputados provinciales que encabezará el propio gobernador, proporción de espacios en un hipotético gobierno, recursos económicos para la campaña, grado de integración del candidato con la gestión de gobierno, entre otros. Las negociaciones continuarán hoy.

El 5 de febrero pasado en esta columna se reveló que Lewndowski había mantenido encuentros con la primera línea del Frente de Todos, lo que incluía a Massa y Cristina Fernández. A partir de la primera charla y la continuidad vía mensajes Whatsapp se consolidó un vínculo político con el ahora ministro de Economía y más cerca en el tiempo una negociación electoral. Massa quiere un esquema conjunto Perotti-Lewandowski para sustentar desde Santa Fe su candidatura presidencial. 

Hasta aquí no emitió señales Cristina Fernández. Por el momento Marcos Cleri sigue siendo precandidato a gobernador, aunque todos esperan que la vicepresidenta meta a La Cámpora en el armado final.
En el universo peronista que abarcan Perotti y Lewandowski no están La Corriente de la Militancia que lidera Agustín Rossi ni el Movimiento Evita. Ambos lanzaron hace tiempo a Leandro Busatto y Eduardo Toniolli. A todas luces lo más inteligente sería que los dos sectores que apuntan a captar voto progresista desde el peronismo pudiesen llegar a una síntesis. Más en un contexto nacional donde entre el massismo y el cristinismo apuestan a marginar a todos aquellos cercanos al presidente de la Nación. Por lo pronto el Evita este sábado ratificó la precandidatura de Eduardo Toniolli a gobernador, lo que aleja esa posible síntesis, que además tiene como condimento que en las Paso de Rosario juegan en veredas separadas: el rossismo con Roberto Sukerman y el Evita apoya a Juan Monteverde, de Ciudad Futura.