La División Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llevó a cabo siete allanamientos por la investigación por lavado de activos por la que está preso e imputado Andrés "Pillín" Bracamonte, jefe de la barra brava de Rosario Central. Uno de los procedimientos se hizo a metros del Gigante de Arroyito, otro en Puerto Norte y otro en el barrio cerrado Funes Hills San Marino.

Los procedimientos fueron solicitados por el fiscal Miguel Moreno de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos. Se realizaron en Rosario, en Funes y en Pérez. No hay orden de detención para ninguna persona allanada, entre las que se encuentran empresarios como Roberto Dutra, representantes de jugadores de fútbol como Roberto San Juan o un entrenador de las inferiores canallas como Fernando Lanzidei.

Los operativos en Rosario se hicieron en Rondeau al 1800, Néstor Fernández al 1000, Caseros al 100 bis y en Estanislao López al 2600 (torres Maui); también en el barrio cerrado de Funes Hills San Marino; y en Los Cardales al 500, en Pérez.

El allanamiento en las torres Maui, donde vive Dutra (Foto: Alan Monzón/Rosario3)

En Arroyito despertó curiosidad el allanamiento que se hizo en Génova y Fernández, a metros de la cancha de Rosario Central. El domicilio es de una persona ligada al intendente del Gigante de Arroyito.

Mañana movida cerca del Gigante de Arroyito (Foto: Alan Monzón/Rosario3)

Los operativos responden a medidas investigativas que pretenden determinar el alcance del lavado de activos de "Pillín" Bracamonte, imputado por ese delito por la Justicia local. Se secuestraron teléfonos, dispositivos electrónicos e información vinculada a las firmas Vanefra SRL, Rufino SAS, Kabrasi SRL y Ser-Eco SRL, como así también contratos de jugadores de fútbol y documentación referida a otras sociedades comerciales.

El jefe de la barra brava de Rosario Central fue imputado en junio pasado por el fiscal Moreno por haber lavado activos a través de testaferros y sociedades comerciales por más de 38 millones de pesos.

Según la investigación que lideró Moreno, se le adjudica a Bracamonte –solo en vinculación con Rosario Central– “haber realizado un conjunto de maniobras consistentes en la utilización de personas de su confianza como presta nombres y administradores, y de la creación de sociedades comerciales, a través de las cuales puso en circulación en el mercado, bienes provenientes de presuntos ilícitos penales como amenazas coactivas, extorsiones, posible participación en maniobras defraudatorias que permitieron sus negociados ilícitos desde su posición” de jefe en la barra brava de Central.