La ciudad de Casilda, apenas a 50 kilómetros de distancia de Rosario, se vio sobresaltada durante la siesta del sábado producto de varias detonaciones de armas de fuego, ocurridas en dos barrios distantes uno de otro casi al mismo tiempo. La primera de las hipótesis de los vecinos es que se trataría de amenazas narcos.

El primero de los hechos ocurrió en la zona norte de la ciudad, en Brigadier López al 2100, a las 13.50. Los vecinos reportaron varios estruendos y avisaron a la policía. El comando de la Unidad Regional IV y los efectivos de la Agencia de Investigación Criminal trabajaron en el lugar y encontraron varias vainas servidas en la calle.

Al parecer, los atacantes se movilizaban en una moto y un automóvil y habrían tirado al aire. Las fuerzas de seguridad aprehendieron a un hombre y una mujer. Además, secuestran una motocicleta con pedido de captura.

El segundo episodio se dio casi al mismo tiempo, pero en la otra punta de la ciudad. En la zona suroeste, sobre las calles Chile y San Juan. Al parecer, el procedimiento fue similar y con el mismo fin. Por suerte, no hubo heridos en ninguno de los dos casos.

La localidad en la que nació el actual ministro de Seguridad de la provincia, Ruben Rimoldi, era hasta hace poco un sitio de puertas abiertas entre sus vecinos, con hechos de inseguridad menores. Por eso, la población está alterada por la reiteración de estos episodios.

Hace algunas semanas, se dieron un par de ataques directos contra viviendas. Ocurrieron el 31 de octubre. El barrio San Carlos fue escenario de un tiroteo contra dos viviendas y una peluquería en la madrugada. Era el tercer caso que trascendía en el año de este tipo de ataques –abuso de arma, en jerga judicial– en la cabecera del departamento Caseros. Ahora son cinco.