Dos visitadores médicos, sus parejas y otros dos acusados fueron detenidos, señalados como integrantes de una asociación ilícita que desde 2020 desviaba fentanilo y otras drogas de su cadena legal de distribución para acopiarlas y venderlas de manera ilegal a través de envíos por encomienda a distintos puntos del país. La investigación estuvo a cargo de la Fiscalía Federal N°2 de Posadas.
Los seis acusados –cuatro varones y dos mujeres– fueron arrestados el martes pasado durante una serie de 14 allanamientos realizados por Gendarmería Nacional en domicilios particulares, farmacias, oficinas y locales comerciales en las ciudades de Posadas (Misiones), San Salvador de Jujuy y Buenos Aires.
Entre los detenidos sobresalen dos visitadores médicos: Juan Carlos Gibilisco, con varios emprendimientos en Misiones, sindicado como jefe de la organización; y Martín Hernán Alarcón, titular del laboratorio Alil SAS, con sede en el barrio porteño de Villa Urquiza, según publicó el portal Encripdata.
Los operativos –ordenados por la jueza federal de Posadas, María Verónica Skanata– arrojaron como resultado el secuestro de casi 8 millones de pesos, 1.900 dólares, siete teléfonos celulares, tres CPU, dispositivos electrónicos, registros de trazabilidad del fentanilo y diversa documentación de interés para la causa, indicó el portal Fiscales.
La investigación tuvo su origen el 14 de abril de 2023, cuando efectivos de Gendarmería interceptaron un camión de la empresa Crucero del Norte durante un control sobre la Ruta Nacional 12. En la bodega, hallaron un bulto sospechoso despachado como encomienda. Tras ser escaneado con rayos X, se advirtieron elementos compatibles con productos farmacéuticos. Con la autorización judicial y en presencia de testigos, el paquete fue abierto: contenía 500 ampollas de fentanilo distribuidas en siete cajas. Había sido enviado desde Posadas con destino a la Capital Federal.
El hallazgo dio pie a una pesquisa que quedó a cargo de la Fiscalía Federal N°2 de Posadas, que trabajó en conjunto con la Procunar para identificar a las personas involucradas en ese envío y en otros similares, así como para rastrear el origen y el destino de los lotes del opioide incautado.
Con varios sospechosos identificados, el 15 de noviembre de 2024 se concretó una primera ronda de allanamientos, que permitió el secuestro de teléfonos, computadoras, discos externos, pendrives y documentación. A partir del análisis forense de ese material, los fiscales federales Silvina Gutiérrez, Diego Iglesias y Martín Uriona solicitaron los procedimientos y detenciones ejecutados el martes pasado.
Según el dictamen fiscal, el principal acusado y su pareja –ambos radicados en Posadas– "tenían mayor poder de decisión en las maniobras y percibían, por lo tanto, mayores ganancias en la actividad ilícita". También fue imputado un empleado suyo que, según la evidencia recolectada, concretó al menos 14 envíos de encomiendas durante 2023, entre ellas el paquete con las 500 ampollas de fentanilo.
El cuarto acusado es el dueño de un centro de estética en San Salvador de Jujuy, señalado como intermediario en la adquisición y distribución de las sustancias.
Alarcón –el otro visitador médico– y su pareja –ambos domiciliados en Caba– eran quienes, según la imputación, recibían los envíos para su posterior comercialización en Buenos Aires.
Todos los detenidos fueron indagados e imputados como presuntos miembros y coautores de los delitos de asociación ilícita; tráfico ilícito de estupefacientes en la modalidad de comercialización, agravado por la intervención de más de tres personas; y venta de sustancias medicinales peligrosas para la salud, disimulando su carácter nocivo, todos en concurso real.
El fentanilo es un opioide sintético de uso médico con propiedades analgésicas, considerado entre 50 y 100 veces más potente que la morfina. Según la Guía de Buenas Prácticas en Materia de Drogas de la Red de Fiscales Antidrogas (RFAI) de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP), el fentanilo representa un grave riesgo para la salud pública, sobre todo cuando es desviado de su uso legal y combinado con otras sustancias.
En ese documento también se alerta sobre el carfentanilo –100 veces más potente que el fentanilo– y el impacto letal que estas drogas han tenido en distintas partes del mundo por su uso sin control, provocando adicciones, sobredosis y muertes.



