Por haber vendido un auto mellizo y estar bajo sospecha de haber participado en una violenta entradera en Pujato, la jueza Paola Aguirre dejó detenido este martes a un joven de 22 años domiciliado en la zona norte de Rosario. Los investigadores tienen indicios de que el acusado estaría vinculado a una banda que luego cometió robos con privación ilegítima de la libertad en distintas localidades de la región, como San Jerónimo y Rueda.

Mirko Abramor, de 22 años, con domicilio en La Cerámica, fue detenido el 9 de octubre en la estación de servicio de Provincias Unidas y Rueda, adonde llegó al volante de un Renault Sandero rojo que había publicado con su perfil “Mirko Rosario” en Marketplace. La Axion fue el punto de encuentro pactado por los investigadores en el marco de una operación encubierta conocida como entrega controlada.

Abramor, aprehendido en la sede de la PDI.

Horas antes, el Sandero había sido reconocido en la red de compraventa por su expropietario, quien semanas atrás había sido víctima de una estafa.

En este punto hay que retroceder al 17 de septiembre, cuando el damnificado trabó contacto con una mujer que ofrecía una Ford Ecosport por Marketplace. Tres días después, se encontró con ella en la estación de servicio de Baigorria al 1700 para concretar la permuta: entregó el Sandero –valuado en cinco millones de pesos– y siete millones en efectivo a cambio de la Ecosport.

No pasó mucho tiempo hasta que intentó hacer la transferencia del vehículo y descubrió que los documentos de la Ford eran truchos. No solo eso: era un auto mellizo. Los grabados en los cristales habían sido adulterados, y los números de chasis y motor revelaron que se trataba de un rodado robado en Moreno, provincia de Buenos Aires, a mediados de agosto.

De regreso al 9 de octubre, ya interrogado por los detectives, “Mirko Rosario” dijo al principio llamarse Emir Natanael Giménez, pero en la base de la fuerza admitió su verdadera identidad. A partir de ahí, su panorama judicial se complicó aún más, con derivaciones que los investigadores todavía intentan esclarecer.

La entradera en Pujato


La Fiscalía acusó a Abramor de haber integrado el grupo de delincuentes que, en los primeros minutos del 9 de agosto, irrumpió en un domicilio ubicado sobre la ruta 33, en la localidad de Pujato. Según la acusación, actuó junto a cuatro cómplices y se movilizaron en dos autos: un Gol Trend y un Peugeot 206.

Armados y encapuchados, barretearon una puerta y redujeron a un productor rural y a dos familiares. El mal trago para las víctimas duró cerca de una hora. Con violencia, los asaltantes se llevaron dos millones de pesos, 2600 dólares, relojes, dos celulares, una pistola 9 milímetros, una escopeta y dos vehículos de las víctimas: un Toyota Corolla Cross y una Toyota Hilux.

Las cámaras fotomulta de Pujato aportaron las primeras evidencias para vincular a Abramor con el hecho. Registraron las patentes del Gol Trend y del Peugeot 206, cuyo seguro estaba a nombre del imputado. Medidas posteriores lo ubicaron, al menos en esta etapa de la investigación, en la escena del robo.

Por estos dos episodios, Abramor fue imputado por encubrimiento y robo calificados, con agravantes por haber actuado en poblado y en banda, con uso de arma de fuego, escalamiento y privación ilegítima de la libertad. La jueza Paola Aguirre dispuso su prisión preventiva por diez meses.

Raid en la región


Pero la causa no termina allí. El Corolla Cross sustraído en Pujato protagonizó en las semanas siguientes un raid delictivo en la región, según constataron desde la Policía de Investigaciones.

El 19 de agosto, un matrimonio de San Jerónimo fue víctima de una entradera cometida por cuatro asaltantes que irrumpieron de madrugada, rompieron la puerta del domicilio, ataron al hombre y lo golpearon antes de escapar con dinero. Se repartieron la huida en una Toyota Hilux de las víctimas y en el mencionado Corolla Cross.

Un vehículo idéntico apareció vinculado a un escruche en un local de venta de baterías de Pueblo Esther, la noche del 26 de agosto, y al día siguiente a un intento de robo en un supermercado de Pablo Iglesias al 2200, en Villa Gobernador Gálvez, donde una empleada terminó maniatada.

El raid delictivo del Corolla Cross robado culminó en la madrugada del 1° de septiembre, cuando personal policial lo halló destrozado en un camino de tierra paralelo a la autopista Rosario-Buenos Aires, a la altura de Arroyo Seco. No tenía ocupantes.

El Cross de la familia de Pujato.

Todo indica que esa noche el Corolla Cross regresaba de la localidad de Rueda (departamento Villa Constitución), donde una mujer de 66 años sufrió la irrupción de cuatro delincuentes, según alcanzó a observar. La ataron y se llevaron una suma importante en dólares, joyas y un Audi Q3. Ese vehículo de alta gama apareció horas después abandonado y sin patente en Juan XXIII (ex Biedma) al 6600, en la zona oeste de Rosario.