El jefe criminal Claudio Javier “Morocho” Mansilla, último recapturado de la fuga de la cárcel de Piñero, fue condenado este jueves a 12 años de prisión como organizador de tráfico de estupefacientes. En el banquillo también había tres integrantes de su banda, que desplegó actividades violentas en barrio Santa Lucía y otros sectores del oeste.

Los jueces del Tribunal Oral Federal Nº 3 Mario Gambacorta, Eugenio Martínez y Osvaldo Facciano dictaron sentencia al Morocho Mansilla y a sus soldaditos Nahuel Damián “Pufli” Córdoba, Maximiliano “Menor” González, quienes recibieron 8 años y 6 meses. En tanto, Ezequiel Rodolfo “Colo” Romero fue penado con 7 años y 8 meses.

La causa nació a partir de una investigación del fuero provincial en la que se investigaron dos crímenes y una tentativa de homicidio cometidos en barrio Santa Lucía y Hostal del Sol en 2019.

El 24 de diciembre de ese año, un domicilio de Provincia de Misiones al 2200 fue allanado, ocasión en que fue detenido “Pufli” Córdoba. De ese lugar, además, el personal policial secuestró casi cinco kilos de marihuana y 122 gramos de cocaína, elementos de fraccionamiento, armas de fuego y celulares. 

El contenido de esa investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) se volcó al expediente federal por el hallazgo de droga.

Además de Pufli, el peritaje a los teléfonos arrojó que otras personas estaban implicadas en la organización criminal: el recluso “Morocho” Mansilla, y sus soldados “Colo” Romero y “Menor” González. 

El fiscal federal Federico Reynares Solari definió al grupo como “una organización criminal que a la vez de cometer balaceras y homicidios se dedicaba a la venta de estupefacientes y contaba con una persona clave que los proveía desde la cárcel de Piñero”.

“El análisis del contenido de los celulares permite afirmar que el material estupefaciente secuestrado es la muestra de una actividad que lo sustenta mucho más vasta, prolongada en el tiempo y llevada adelante con una organización con roles definidos”, dijo el fiscal Reynares Solari.

“El caso se trabajó con el MPA, dado que estos fenómenos delictivos traspasan los límites tradicionales. Las nuevas dinámicas delictivas requieren nuevas estrategias de investigación y de juzgamiento”, sostuvo el fiscal Reynares Solari.

“Pufli” Córdoba, “Colo” Romero y “Menor” González también tienen causas pendientes en el fuero provincial. En febrero pasado fueron acusados de integrar una asociación ilícita comandada por el Morocho.

El Colo Romero, además, está imputado como autor del homicidio de Sergio Birri, un hombre de 55 años asesinado a tiros en Estudiante Aguilar al 7700, barrio Santa Lucía, en noviembre de 2019. Fue uno de los ocho internos que fugaron de la cárcel de Piñero el 27 de junio de 2021. Tres días después se terminó entregando.

“Menor” González, también apodado Maxi, también tiene imputaciones en el fuero provincial. Está acusado de balear el 8 de agosto de 2019 en Misiones al 2100 a Catalina Aquino, la madre de un rival del Morocho, Rubén Giménez, que en noviembre de ese año fue asesinado en Pujato al 8000.

Catalina Aquino, en tanto, fue muerta a tiros este miércoles, horas antes del veredicto.

Reynares definió a la banda del Morocho como “una estructura criminal que se dedicaba a cimentar su organización a partir de la administración de la violencia y el comercio de material estupefaciente”. 

Los hechos juzgados corresponden al periodo 2018 – 2019 y fueron digitados por el Morocho desde la cárcel de Piñero, a partir del “prestigio delictivo, ascendiente que gozaba y medios materiales con los que contaba”.

El Morocho, que se mantuvo casi un año prófugo tras escapar de la cárcel, está condenado a 25 años de prisión por un doble crimen y además está imputado por instigar otra muerte violenta con un pago de 100 mil pesos. Además, fue imputado por tenencia de armas por las dos pistolas secuestradas cuando fue recaptura en barrio Nuevo Alberdi.