Un nene de nueve años recibió el impacto de una bala perdida en Tucumán en la previa del festejo de año nuevo, el 31 por la noche.

Solo sufrió una herida superficial en el pecho, gracias a su crucifijo que llevaba colgado en el cuello y donde éste evitó que el proyectil ingresara a su cuerpo.

Según el parte de la Policía que difundieron medios locales, el menor llamado Tiziano acudió al Hospital del Niño Jesús, en el Sur de la capital tucumana, a las 22 de la noche de Año Nuevo acompañado por su padre, de nombre David y de 36 años.

El informe oficial de la fuerza de seguridad certifica que el niño presentaba una herida superficial en el tórax producida por un arma de fuego. Luego de 48 minutos de atención, el nene recibió el alta y pudo pasar Año Nuevo en su casa de Las Talitas, con su familia.

Además, detalla que luego de 48 minutos en los que fue examinado por los médicos de turno y en el que se le realizaron curaciones sencillas, el nene fue dado de alta y volvió a su casa para estar con su familia en el brindis de la medianoche, en buen estado de salud.

Lo que no revela el parte policial es de qué manera una bala que impacta en el pecho de un nene produce apenas una herida leve. 

Desde el centro de salud ratificaron a eltucumano.com lo que indicó sobre el caso la policía, que había sido notificada por los médicos en cuanto advirtieron que la emergencia se había producido por el uso de un arma de fuego.

Si bien no pudieron certificar de qué manera se había producido la herida ni constatar la existencia del crucifijo que habría salvado a Tiziano, sí confirmaron que sus familiares habían referido esa situación.

"No se lo descubrió en el acto médico, la familia fue la que contó lo del crucifijo", aclararon.