Los empresarios Leandro “Tanque” González y Bruno Poletti fueron acusados este miércoles de más hechos de estafa contra una decena de personas a las que perjudicaron económicamente por más de 130 millones de pesos. También fueron imputados un hombre que trabajaba como cadete para las cuatro firmas investigadas –casualmente, también figura como gerente de una y un abogado que participó en al menos ocho maniobras, y que al ser detenido tenía un revólver sin papeles y que había arrojado documentación de la causa a la parrilla.

En una extensa audiencia y con una voluminosa evidencia, la fiscal Valeria Haurigot acusó a “Tanque” González, de 39 años, y Bruno Poletti, de 44, de haber cometido cuatro hechos de administración fraudulenta y más de una veintena de estafas. Se encuentran en libertad luego de haber hipotecado propiedades de familiares.

Por su parte, el abogado Jorge Daniel Fonaroff, de 41 años, fue detenido el viernes de la semana pasada en Pelayo al 2600, cuando allanaron dos domicilios vinculados a él. No estaba previsto su arresto, pero le hallaron un revólver calibre 22 sin papeles que acreditaran su tenencia. Además, los agentes encontraron documentación de la propia investigación rota y arrojada en un parrillero. Esa situación motivó que la fiscal pidiera la prisión preventiva por 60 días, que fue otorgada por el juez Nicolás Foppiani.

Para Haurigot, el abogado también administró fraudulentamente las cuatro firmas bajo la lupa en la causa: Grupo Praga SRL; Integral Motors SRL; Integral Automotores; y Ortopedia Técnica SRL.

Según la fiscal, Leandro González, Bruno Poletti y Jorge Fonaroff “abusaron de la confianza” de las víctimas aprovechando el perfil que tenían por pertenecer “a círculos sociales de alto poder adquisitivo”. En ese marco, atribuyó a los imputados “maniobras ardidosas” en la compraventa de vehículos, que consistían en prometer el pago diferido del precio acordado; prometiendo la entrega de otros vehículos cero kilómetro; y la entrega de cheques de pago diferido.

El cuarto imputado fue César Ramón Meotto, de 56 años. Haurigot lo ubicó como el cadete de las cuatro firmas, pero también apuntó que figuraba como socio-gerente de una de ellas, Ortopedia Técnica SRL.

Según declaraciones brindadas en la investigación, Meotto era quien se encargaba de las cobranzas y no tomaba ninguna decisión en la firma en la que figura como gerente. En su caso, el juez Foppiani dispuso su libertad con restricciones, que consisten que en el plazo de seis meses firme mensualmente en la Oficina de Gestión Judicial y en no innovar con las acciones que tiene a su nombre en la firma Ortopedia Técnica SRL, cuyo vencimiento opera el 3 de julio próximo.