Dos policías de Rosario fueron condenados este miércoles a 20 y 23 años de prisión por el asesinato de un vecino con el que mantenían un problema personal y por la tentativa de homicidio de un hermano de aquel, informaron fuentes judiciales.

Los condenados, que también son hermanos, fueron encontrados responsables del asesinato de Matías Sosa, ocurrido el 16 de diciembre de 2018 en calle Uriarte al 1500, zona norte, donde residía la víctima, a quien le dispararon a quemarropa.

Un tribunal integrado por los jueces Rafael Coria, Silvia Castelli e Isabel Más Varela condenó al término de un juicio oral a los policías Franco Villarruel a 23 años de cárcel y a Oscar Víctor Villarruel a 20 años de prisión, como autores del ese crimen y por el intento de asesinato de un hermano de la víctima, publica Télam.

Según se ventiló durante el juicio, el mediodía del 16 de diciembre de 2018 Matías Sosa pasó por el frente del domicilio del policía Franco Villarruel y, tras una discusión, le rompió el parabrisas del automóvil de un piedrazo, hecho que en principio, cuando se desconocía la trama, fue investigado como un intento de robo que motivó el ataque armado de los policías.


Pero se comprobó que Sosa había sido pareja de una hermana de los Villarruel sobre la que había ejercido violencia de género, razón por la que estaban enemistados, agregaron los informantes.

De acuerdo a los voceros, Villarruel llamó a la Policía y los acompañó hasta la casa de su excuñado, que residía a unos 70 metros de su domicilio.

Cuando el hombre salió ante el llamado policial y estaba por ser detenido, Franco Villarruel le disparó en el pecho a corta distancia y su hermano Víctor le tiró en otras dos ocasiones cuando estaba en el piso, de acuerdo a lo reconstruido en el juicio oral.

A la vez, un hermano de la víctima que estaba en la vivienda salió corriendo y los hermanos lo corrieron y le dispararon, sin poder herirlo.

Sosa murió cuatro días después en el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, como consecuencia de los tres disparos realizados ante el personal policial que había sido convocado por los hermanos Villarruel.

Si bien las defensas de los acusados alegaron durante el proceso oral que se trató de un caso de exceso en la legítima defensa, por la agresión previa con una piedra de la víctima, el tribunal se inclinó por el planteo del fiscal, Adrián Spelta, quien los acusó por homicidio y tentativa de asesinato y pidió las mismas penas que finalmente dictaron los jueces.