Este viernes se retomó la audiencia imputativa en la que son acusados ocho presuntos miembros de la célula que opera para Los Monos en Villa Gobernador Gálvez y en parte de la zona sur de Rosario. Los cinco fiscales que llevan adelante la investigación ventilaron escalofriantes escuchas telefónicas que comprometen a Cristian Nicolás “Pupito” Avalle, quien encargaba balaceras, crímenes y extorsiones, y los videos de los ataques que eran filmados por sus sicarios a modo de certificar que habían cumplido el encargo

Los cinco fiscales (Valeria Haurigot, Franco Carbone y Federico Rébola de la unidad de Balaceras, y Patricio Saldutti y Alejandro Ferlazzo de Homicidios Dolosos) le atribuyeron a Avalle haber instigado los crímenes de Miguel Ángel Roulin (46 años) y Ricardo Américo Carrizo (60), la primera de las balaceras contra Televisión Litoral ocurrida el 12 de diciembre pasado y extorsiones a comerciantes de Villa Gobernador Gálvez. 

Entre las víctimas de las intimidaciones se encuentra Hernán Guiral, el dueño del local Estación Sinfonía, cuyo hijo –Fabricio, de 21 años– fue asesinado a tiros en el contexto de las extorsiones

De los teléfonos que usaba “Pupito” en el módulo 6 del pabellón B de la cárcel federal de Ezeiza se desprenden una gran cantidad de conversaciones con sus presuntos sicarios, a quienes les ordena los ataques y las filmaciones de los mismos para ver cómo concretaron el “trabajo” solicitado.

Escuchas y videos

En orden cronológico, Avalle ordenó balear un domicilio de Dinamarca al 500, de la zona sur de Rosario, perteneciente a la banda “Los Gorditos”, liderado por Brandon Bay. Dicha balacera fue cometida el 3 de diciembre pasado por Maximiliano Ángel Benítez, el presunto “jefe de sicarios” de Pupito, quien además filmó los disparos realizados.

Ese mismo 3 de diciembre, Benítez y otro gatillero fueron hasta Los Ángeles al 3600, en barrio Puente Gallego, y acribillaron a Miguel Ángel Roulin. Mientras su compañero gatilla a la víctima, en plena grabación, Benítez dice: “Chau, ahí quedó”.  

El 12 de diciembre, según las evidencias mostradas ante el juez Héctor Núñez Cartelle, Avalle dialogó con Juan José Villazón, integrante de la banda “Los salteños” del asentamiento Los Pumitas de barrio Empalme Graneros, para que ataque a tiros el frente del predio de Televisión Litoral. 

"Hay que darle un buen metrazo", le ordenó el preso en Ezeiza al miembro del clan Villazón. 

"¿Querés ir a explotar ahora en Canal 3? Explotá ahora. Ahí, como yo te dije, pero le damos bien piola. Le dejamos un cartel bien piola. Escuchá, ponele así (al cartel): Esteban Alvarado, Morocho Mansilla, Alan y Lamparita Funes dejen de trabajar con los fiscales y la AIC porque vamos a matar un policía todos los días. Con la mafia no se jode", ordenó Avalle.

Dos días después, Villazón fue detenido en el Volkswagen Up azul tras una persecución policial que culminó en Pellegrini y Provincias Unidas. En un primer momento, lo acusaron por encubrimiento –por desplazarse en el auto usado para el atentado–, pero las escuchas telefónicas lo ubican en la planificación del hecho.