Raúl tiene 70 años recién cumplidos y algunas dificultades físicas producto de tres intervenciones en la aorta. En la tarde del miércoles, cuando salía de su casa en Santiago al 3700 para guardar el auto en la cochera, fue abordado por tres adolescentes que a punta de pistola le robaron el auto.

El violento episodio, uno más de los que se viven en la ciudad, no pasó a mayores gracias a que el jubilado no atinó a resistirse y se alejó de la escena. Una vez que se recuperó del shock, Raúl avisó al 911 de lo que había ocurrido y a los 15 minutos llegaron dos agentes de la Motorizada a tomarle la denuncia.

Unas horas después, por recomendación de los agentes que fueron a su domicilio, acudió a la comisaría para hacer efectivo el trámite por el robo y así poder hacer las gestiones ante el seguro.

Una vez en la comisaría el hombre se encontró con el primero de los inconvenientes. “Cuando llego, la oficial que me tenía que tomar la denuncia me dice que si no tengo el número de motor no me la puede tomar”, contó Raúl indignado en Radiópolis (Radio 2). Afortunadamente pudo encontrar ese dato en la póliza digital del vehículo y así consiguió que le tomen la denuncia.

Mientras Raúl volvía a su domicilio, cerca de las 21.35, su auto estaba siendo utilizado para atentar contra el frente de Grupo Televisión Litoral (TVL) y a los pocos minutos ya había sido descartado e incendiado en un descampado ubicado en Vía Honda.

De todo esto el titular del vehículo se enteró pasadas las 22.30 cuando nuevamente agentes llegaron a su domicilio y lo notificaron de lo ocurrido y le pidieron el duplicado de la llave de su auto. 

“Lo raro es que ellos dicen que (como no tenían la llave) tuvieron que romper un vidrio para apagar el fuego. Pero lo fui a ver y el auto estaba entero por fuera y se veía que le habían tirado el polvo del matafuegos por dentro. No entiendo cómo hicieron para apagarlo, las puertas tampoco estaban forzadas”, sostuvo.

Con el vehículo ya recuperado, Raúl vio que la destrucción por dentro era prácticamente total. “El volante, los asientos y parte del tablero quedaron completamente quemados”, explicó. Ante esto, se puso en contacto con el seguro para iniciar el trámite y ver si se lo reconocen como destrucción total.

Pero ahí se encontró con un nuevo inconveniente, quizás el que más preocupación le genera. “Llamé a Rivadavia Seguros y me dijeron que ellos no podían mandar un perito a donde está el auto, en la seccional 19ª. Que ellos no mandan ahí”, relató.

“Lo que me piden es que lo traiga a mi casa, que acá si pueden venir. Pero quieren que lo deje en la puerta de mi casa y esperar unos diez días para que el perito venga a constatar”, añadió.

Más allá de que tendría que hacerse cargo del acarreo a su domicilio, la principal preocupación de Raúl tiene que ver con cómo garantizar que le vandalicen el auto antes de que llegue el perito. “En el mientras tanto lo voy a tener que proteger. Porque si me lo prenden fuego en mi casa me van a acusar de que lo prendí yo para cobrar más de seguro”, señaló.