El paradero del sicario rosarino Mauricio Jesús Laferrara sigue siendo un misterio a menos de 24 horas de que se constatara su desaparición de la cárcel porteña de Devoto. A falta de información oficial del Ministerio de Justicia de la Nación, que está a cargo del Servicio Penitenciario Federal, afloraron todo tipo de rumores sobre su destino. Lo único concreto es que a Laferrara, lo buscan vivo o muerto.

La ausencia de Laferrara, oriundo de barrio Plata e integrante de la banda del capo mafioso Esteban Alvarado, se conoce en la misma semana que un incidente poco común desatado en la cárcel de Piñero: el asesinato intramuros de Gustavo “Bocha” Figueroa, un hampón ligado a la banda de Los Cuatreros y a los Monos. El vínculo no es del todo azaroso. El Bocha era tío de Cristian Enrique, el joven que fue secuestrado y asesinado en octubre de 2018 a manos del propio Laferrara.

Al cuerpo de Enrique lo encontraron gracias a un llamado que recibió la madre: “El bocón de su hijo está tirado a la salida de Soldini, en la ruta 14 entre el kilómetro 6 y 7. Decile al Bocha que con la mafia no se jode”.

El móvil, según se dijo en el juicio, fue una venganza por un intento de asesinato que había sufrido su padre, Jorge Laferrara.

Al Bocha Figueroa lo mataron a puntazos el martes por la noche en el pabellón 17 de Piñero. El mismo día que, según versiones extraoficiales, vieron por última vez a Laferrara en Devoto.

A la obvia hipótesis de una fuga, también se sumó la versión tumbera de que a Laferrara lo mataron, lo cortaron en pedazos y los restos fueron a parar a tachos de basura. Al menos así lo deslizaron Clarín y el portal de noticias judiciales Encriptada.

Laferrara fue detenido en octubre de 2019 por personal de la Tropa de Operaciones Especiales, que tras varios meses prófugo lo ubicó en una casa de 9 de Julio al 3300, en Echesortu. Se lo investigó por seis homicidios y posee dos condenas a perpetua. La justicia lo encontró responsable de las muertes del prestamista Lucio Maldonado, de Cristian Enrique (cometidas con un mes de diferencia) y de Cristian Béliz, el empleado de la distribuidora de César “Manco” García, un hombre enemistado a muerte con el clan Laferrara.

En 2021, tras la fuga de presos en la cárcel de Piñero, Mauricio pasó a la órbita del SPF. Según trascendió, estaba alojado en Devoto desde agosto de 2022.

Este sábado la Justicia libró la captura de Laferrara después de una búsqueda infructuosa en el penal de Devoto. A la par, el Ministerio de Justicia inició un sumario interno para determinar si hay responsabilidad de agentes penitenciarios en la desaparición.