Evelio “Yiyo” Ramallo (39), narco del departamento Castellanos que en los últimos años acumuló imputaciones por delitos violentos mientras estaba preso en distintas cárceles, cerró un acuerdo abreviado en la Justicia provincial y fue condenado a prisión perpetua por liderar una banda que cometió homicidios y amenazas con armas de fuego.

Así, las partes se ahorraron un extenso juicio oral y el desfile de testigos por hechos ocurridos entre agosto de 2021 y febrero de 2022. Sin embargo, quedaron sin respuesta los interrogantes sobre cómo un joven delincuente que empezó como asaltante terminó manejando, a través de celulares, el negocio narco que le permitió reunir un poder económico suficiente para comandar, desde prisiones federales y provinciales, a un grupo criminal.

La sentencia a Ramallo fue dictada por un tribunal integrado por los jueces Gustavo Bumaguin, Juan Gabriel Peralta y José Luis Estévez, en un proceso abreviado cuya resolución se notificó el martes en los tribunales de Rafaela.

En la audiencia, el fiscal Carlos Vottero enumeró los diez hechos ilícitos por los que fue condenado Ramallo y las calificaciones legales aplicadas. “El primero de ellos fue por su rol de jefe de una asociación ilícita en calidad de coautor”, indicó la Fiscalía, que remarcó que “se probó que la organización criminal que lideraba cometió ilícitos en Rafaela y alrededores entre agosto de 2021 y el 27 de febrero de 2022”.

La Fiscalía detalló que, aun estando alojado en distintas unidades carcelarias de la provincia, Ramallo impartió órdenes con plena autoridad de decisión y acción, mediante promesas remuneratorias a miembros de la asociación ilícita y a personas no identificadas, para ejecutar los delitos atribuidos.

De acuerdo con lo expuesto en la audiencia, Ramallo instigó los homicidios de Rudy Leonel González (3 de agosto de 2021), y de Miguel Ángel Mendoza y Marcelo Ariel Sánchez (21 de diciembre de ese año). También fue considerado instigador de seis tentativas de homicidio: cinco en Rafaela (1 de agosto y 23 de octubre de 2021, y 6, 20 y 23 de febrero de 2022) y otra en Bella Italia (9 de febrero de 2022).

Oriundo de Suardi –departamento San Cristóbal–, Yiyo hoy se encuentra alojado en el penal federal de Ezeiza, pero tuvo su paso por Coronda, Piñero y los penales federales de Rawson y Chaco, entre otras cárceles. Años atrás fue perfilado como el enemigo público número uno de Rafaela, en razón de un inédito operativo de seguridad en torno de los tribunales, como si fuera un Esteban Alvarado o Ariel “Guille” Cantero de la Perla del Oeste.

Yiyo tiene varias condenas en su espalda y declaraciones de reincidencia. En 2021 la Justicia provincial le unificó las penas en 23 años, monto que contempló tentativas de homicidio y el episodio del 13 de diciembre de 2018, cuando le arrojó un tacho de basura al fiscal Guillermo Loyola. También posee procesamientos en la Justicia Federal, por tráfico de drogas.

En 2018 el fiscal Loyola lo había imputado por instigar un crimen desde la cárcel.

En una de las llamadas presentadas como prueba, hablando con otra persona, Yiyo señaló que su objetivo es “adueñarse de Rafaela”, cabecera del departamento Castellanos. “Voy a seguir haciendo plata –señala la escucha a Yiyo– para celebrar y voy a seguir matando gente. A mí no me pueden parar más que me maten”, es una de las temerarias escuchas que reprodujo la fiscal. Yiyo le dijo a su interlocutor para cumplir este objetivo iba a “utilizar todos sus millones”.

Durante la audiencia Ramallo tomó la palabra para reconocer los delitos que se le imputan, aunque intentó matizar el impacto de sus crímenes con una frase tan inquietante como reveladora. Dijo –según recogió Rafaela Noticias–: “No soy un loco ni un monstruo. Nunca me metí con personas de bien”.

En febrero de 2024, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación publicitaron con un video su traslado desde Rawson, donde detectaron que seguía operando, a Ezeiza, a donde llegó a bordo de un avión de la Policía Federal.

Ramallo está bajo el régimen de "alto riesgo" en Ezeiza.