La vivienda de barrio Parque Güemes de la vecina localidad de Pérez, donde este lunes por la noche mataron a Ángel Francisco Álvarez (47), había sido objeto de al menos un ataque a balazos en el marco de una disputa aparente por la posesión. Hecho que incluyó amenazas de muerte y por las cuales la Justicia dispuso rondas de custodia policial, según pudo saber Rosario3.

Entre los primeros datos que llegaron a los investigadores, figura una serie de episodios de violencia que tuvo como blanco la casa de Borzone al 220, en diciembre pasado.

En la medianoche del 6 de diciembre, la casa en cuestión, donde funciona un almacén, recibió tres balazos. Luego, una amenaza telefónica dejó constancia de que el conflicto podría tener vinculación con la posesión de la vivienda.

Ocurre que una de las habitantes de la casa aseguró que recibió un audio por WhatsApp que, sin vueltas, auguraba lo que ocurrió este lunes por la noche.

“Te voy a decir una sola cosa hoy, amigo, te voy a ejecutar a vos y a los que estén. El otro día fueron los pibes y dijiste que la ibas a dejar y llamaste a la yuta. (…) Vos hoy me dejas la casa, porque yo te ejecuto, te la hago recorta, amigo, ya sabes”.

Estos aprietes ameritaron una ronda de vigilancia por parte de personal policial. Una protección que al momento del crimen de Álvarez ya se había levantado, aseguró el propietario a los investigadores policiales.

Álvarez vivía en Estanislao López al 700, a un kilómetro de la casa de su amigo. Sufrió la peor parte de un ataque que aún no está claro si lo tenía como destinatario. De acuerdo con los primeros datos, estaba de visita en los de su amigo Nelson F., sentado en unas mesitas de material cuando, cerca de las 22, aparecieron los dos agresores encapuchados y dispararon a mansalva sobre los amigos.