Brenda Natalí “La Cote” Pared, una joven de 27 años ligada al delito desde la adolescencia por herencia familiar, enfrenta un pedido de pena de 17 años por haber matado a puñaladas a un mujer en julio de 2015. La causa, que en más de 7 años avanzó muy poco, llegó este martes a la audiencia preliminar, que es el paso previo al juicio oral. La Fiscalía pidió la unificación en 20 años, en virtud de una condena previa relacionada con el narcomenudeo.

Brenda, hija de Sergio Pared, un vendedor de drogas de la vieja escuela que fue asesinado en 2013 por Leandro “Pollo” Vinardi, un miembro de la banda de Los Monos, transitó casi todo el proceso en prisión domiciliaria o en libertad, ya sea por tener hijos a su cargo o porque la acusación tardó más de un lustro en llegar a juicio.

Y, en el entretanto, Brenda sumó más imputaciones relacionadas con el tráfico de estupefacientes y los delitos con armas de fuego. Como una causa por portación de una ametralladora FMK3 que le fue secuestrada en febrero de 2018 en la esquina de Mosconi y Avellaneda por Gendarmería. Dentro de la mochila tenía dos balanzas de precisión y 331 bochitas de cocaína.

Y otra de octubre de 2019, cuando quedó imputada junto con su entonces pareja de haber baleado a un hombre en Capitán Bermúdez, acción en la que quebró el régimen de detención domiciliaria.

Un clan delictivo con vínculos

La Cote es hermana mayor de Brandon Pared, que está preso en forma preventiva desde noviembre de 2021 por lesiones gravísimas culposas, portación y abandono de persona. En rigor, Brandon está detenido por manipular un arma en forma negligente y herir a un amigo, quien desde entonces quedó postrado. Cuando lo detuvieron, el 17 de noviembre de 2021 en un departamento de Urquiza al 1000, microcentro de Rosario, se encontraba con su sobrino Zacarías Azum, un pibe de 15 años que terminó muerto a tiros el pasado 31 de octubre en barrio Tiro Suizo.

“Siempre decías que no confiabas en nadie y fuiste a confiar en unos traidores que se la daban de amigos, pero si es que hay un Dios que todo lo ve, todo se va pagar, sobrino”, le dedicó en Facebook Brenda Pared a Zacarías, su sobrino asesinado. El clan ligado al hampa también está integrado por su medio hermana Jésica “La Fea” González, y la pareja de ésta, el pesado Claudio “Morocho” Mansilla, el hombre que escapó de la cárcel de Piñero, fue recapturado y purga condenas por homicidios y narcotráfico.

Desde hace unos años, la mujer es pareja y tiene hijos con otro bandido de renombre, Alejandro Isaías “Chuky Monedita” (26), también con una adolescencia atravesada por la violencia y hoy dóa considerado líder de una gavilla a la que le da órdenes desde su celda.

Puntazo fatal

Con ese transfondo, la fiscal Marisol Fabbro desempolvó la vieja acusación contra Brenda Pared por el crimen de Pamela Eugenia Spinetti. Una muerte que tuvo lugar el jueves 16 de julio de 2015 en la puerta de la casa de Spinetti, en Coulin al 2000, cerca del cruce de Oroño y Uriburu. El juez Héctor Núñez Cartelle aceptó las pruebas ofrecidas por la Fiscalía y la defensa 

Allí detuvo la marcha un Volkswagen Cross Fox en el que viajaban varias mujeres. Una de ellas era La Cote Pared, que llamó a Pamela y bajó del auto para emprender una fuerte discusión en la que ambas se trenzaron en lucha.

Todo terminó de la peor manera: un puntazo en la axila hirió de muerte a Pamela, quien falleció cuando era trasladada al hospital por un vecino y delante de su pequeña hija.
Por esos días, Fabbro ordenó la detención del cuarteto de mujeres, tres como partícipes y Brenda Pared como autora material, cuya vivienda fue tiroteada e incendiada al día siguiente del homicidio.

Brenda se entregó al mes siguiente, confesó la autoría del crimen aduciendo legítima defensa y estuvo dos años en prisión domiciliaria por homicidio. Vencido el plazo de ley, ya a mediados de 2017, y sin acusación presentada para llevarla a juicio, recuperó la libertad. Ahora la intención es llevarla al debate oral.