Cuando se apagaron las luces del recinto del Congreso Nacional y bajó el encendido televisivo tras el discurso del presidente Javier Milei para abrir un nuevo período de sesiones ordinarias ante la Asamblea Legislativa, comenzó el tiempo de análisis y reflexión. Fundamentalmente, a la hora de evaluar y medir el impacto de las palabras y anuncios del mandatario en torno a la provincia y a Rosario.

El llamado a un preacuerdo por la ley Bases y por un paquete fiscal para las provincias como condición a un futuro Pacto de Mayo sobre diez puntos fundamentales a firmar con los gobernadores en Córdoba abrió el debate sobre la posición que deberá tener Santa Fe a través de su máxima autoridad y sus representantes.

La única mención que hizo Milei sobre Rosario fue cuando dio cuenta del plan Bandera que lleva adelante el ministerio de Seguridad de la Nación, mostrando una reducción de la cantidad de homicidios. Y podría sumársele el apunte sobre la puesta en marcha de un grupo de élite en el Servicio Penitenciario Federal para controlar los presos de alto perfil, varios de ellos líderes de las bandas de narcotráfico que asolan la ciudad.

Más allá de esta mención que fue reconocida por los distintos actores políticos de la región, ahora se abre la discusión a partir de la sorpresa final del discurso presidencial: qué deberá hacer el gobernador Maximiliano Pullaro ante el llamado al diálogo y al acuerdo para firmar ese Pacto, previa aprobación de la ley Ómnibus, hoy en comisiones del Congreso tras el intento fallido del mes pasado, y un nuevo acuerdo fiscal con las provincias.

Pullaro, fiel a su estilo desde cuando Milei embistió contra los gobernadores, escribió en sus redes sociales el viernes a la noche y luego se llamó a silencio. Destacó la convocatoria “al diálogo y el acuerdo nacional” ya que “es tiempo de escucharnos con respeto y sin imposiciones”, y agregó que “es importante discutir la coparticipación federal para establecer un equilibrio entre los recursos de las provincias y lo que vuelve”. Frente a las cámaras de televisión en la puerta del Congreso, insistió con el perfil productivo del interior y la falta de obras y recursos que vuelven de Nación en relación con lo que se aporta por impuestos.

Desde la bancada socialista que integra el interbloque Federal con legisladores de otras provincias como Córdoba, la diputada Mónica Fein señaló: “La convocatoria a un pacto requiere de un diálogo, de un acuerdo entre iguales. No es una adhesión. Es una propuesta y a partir de los acuerdos se definirá su adhesión o no. La adhesión estará atada a un debate previo”. Y deseó que “haya un nuevo pacto fiscal” porque “Santa Fe es acreedora de Nación” y espera que “se le reconozcan los recursos que aporta”.

Por su parte, el intendente Pablo Javkin destacó a Rosario3 que “hace mucho tiempo que Argentina merece una convocatoria al diálogo” y cree “razonable hacer un acuerdo” con “una mirada federal y de escucha al interior productivo”. En su entorno notan aún una visión unitaria y poco federal de la gestión presidencial.

En tanto, desde Unión por la Patria (UxP) -así lo dejaron plasmado en un documento-, entienden que “vuelve la extorsión” por parte de Milei y ven un retorno a enero pasado cuando el ministro de Economía Luis Caputo sacó el capítulo fiscal a cambio de la aprobación de la ley Ómnibus. Por eso leen que ese llamado es más bien “una invitación a la firma y no al diálogo”.

Consultado por Rosario3 sobre lo que debería hacer Pullaro ante la propuesta presidencial, el diputado Germán Martínez -jefe del bloque de UxP- respondió: “El gobernador debe defender a los santafesinos. Estoy convencido que la política económica de Milei tiene un efecto devastador sobre nuestra provincia. Creo que defender a Santa Fe es oponerse a esa política económica. Lo que no implica renunciar al diálogo. Eso sí, no se puede defender a la provincia firmando un acuerdo de sumisión”.

Falta de definiciones

 

Durante el discurso no hubo anuncios sobre obras como rutas nacionales. Más bien habló de déficit cero sin proyectos de obras y creación de empleos, -siguió Fein- no marcó un rumbo productivo incluso para Santa Fe ni tampoco dio certezas sobre cuál es el plan para combatir la inflación o mejorar la capacidad adquisitiva de los salarios”.

El viernes por la noche en la administración municipal destacaban con preocupación el intenso debate teórico pero sin señales de arranque por parte de la gestión nacional y la poca efectividad de las medidas.

Martínez sumó también la falta de definiciones y respuestas en cuanto “al costo de los alquileres”, “el costo carísimo del transporte (de pasajeros)”, “las suspensiones en Acindar”, “los telegramas de despidos y suspensiones” en diferentes sectores, y “la quita del Fonid a los docentes”, entre otras.

La oposición ve que la gestión Milei busca, tras el discurso, “ganar tiempo para encontrar una vuelta o a alguien que lo ayude” y reproducen los dichos de legisladores libertarios escuchados entre las bancas: “Ganamos tiempo para enfrentar los peores meses que vamos a tener”.

En ese sentido, uno de las integrantes del gabinete nacional reconoció a Rosario3 esta última semana que “hay que prepararse para los tiempos más bravos que se vienen entre marzo y abril”.

A todo esto, los diputados de La Libertad Avanza (LLA) optaron por un silencio inmediato a la hora de las lecturas posteriores, quizás abstraídos todavía por la euforia de un viernes a la noche con todas las luces y el batir de las palmas.

El acto de apertura de sesiones fue un golpe de efecto comunicacional y político. Tuvo mucho de puesta en escena, al mejor estilo del kirchnerismo cuando estaba en el poder, con militantes en sus bancas, legisladores enfervorizados que aplaudían a rabiar y una televisación que los mostraba siempre en los primeros planos. Mientras tanto, el resto del recinto aparecía más bien frío, con nulas reacciones de opositores, miembros de la Corte Suprema de Justicia, gobernadores y diplomáticos que miraban serios hacia arriba o a un costado.