Lejos de las combinaciones más comunes, que entremezclan escasos tipos de chocolate con rellenos típicos como dulce de leche o pasta de avellanas; la pastelería de vanguardia ofrece un sinfín de variables para combinar y degustar. Además de su exquisito sabor, cada pieza está plagada de arte a través de terminaciones que cuentan con detalles únicos basados en la colorimetría, la estética y naturaleza.

Matías Joaquín es cordobés, reside en Rosario y se desempeña como chef pastelero y chocolatero, tras adentrarse en la gastronomía hace seis años. Además de desempeñarse como Impulsor de dos de las marcas más reconocidas de chocolates a nivel mundial (Republica del Cacao y Valrhona) dentro de una distribuidora mayorista nacional (Alyser), solía viajar junto a dos colegas por todo el país brindando capacitaciones y dando a conocer el “verdadero chocolate”. Hasta que llegó la pandemia.

“En ese entonces había que decidir qué íbamos a hacer, y como a mí no me gusta mucho la virtualidad para dar capacitaciones, preferí comenzar a hacer productos para vender. Así surge la idea de comercializar la chocolatería de vanguardia”, le contó a Rosario3.

Mezclar el arte y la cocina

Entre sus múltiples facetas, Matías también es artista y, desde pequeño, se dedica a la pintura. “Así aprendí muchísimo acerca de técnicas, colorimetría y toda la dicotomía del color. Cuando empecé a conocer la pastelería de vanguardia, que la veía en Europa por autores que incluso después fueron profesores míos, encontré un lugar para adaptar lo que siempre me gustó: el arte, la pintura, la estética junto con la pastelería”, resaltó.

La pastelería de vanguardia “engloba todo”, y no sólo el chocolate: “Es la combinación de técnicas simples, complejas, modernas, de conceptos de estética, color, geometría, arquitectura. Se busca la innovación mediante piezas únicas, se trabaja sobre en el mínimo detalle, en el 'no error'”.

Además, agregó: “Siempre se tiene en cuenta buscar colores de la naturaleza, que parezcan apetecibles, que den la sensación de que no sólo es vistoso sino también rico, y que el color remonte a lo que hay en su interior. Por ejemplo, el amarillo, muchas veces, demuestra que adentro habrá algo de limón o de maracuyá”.

Vanguardia otoñal

Para esta época del año, en cuanto al chocolate, comienzan a dejarse atrás aquellos sabores más dulces como los blancos y frutales, y empiezan a tomar partido “los leches, semiamargos y amargos, en combinación con cítricos, praliné, frutos secos, frutas desecadas o especias”. Estas combinaciones, que escapan a lo tradicional, van de la mano de la tendencia, la geografía y las estaciones. 

“Entran en juego sabores a los cuales las personas no están muy familiarizadas. A diferencia de mi temor previo, la recepción de la gente fue y es muy buena, les gusta vivir la experiencia de los nuevos sabores, creo que por eso me buscan. Ofrezco algo diferente, un experiencia, la puerta de entrada a un mundo de sabores”, concluyó el experto.

Las distintas piezas de pastelería de vanguardia de Matías, pueden conseguirse a través de su Instagram (@a.matiasjoaquin), desde donde también facilita información de todos sus productos, cursos y eventos. Próximamente estará disponible su página web.