Se tensa la revisión paritaria entre el sindicato aceitero de San Lorenzo y las agroexportadoras del cordón norte del Gran Rosario, y hay temor en el sector empresario por medidas de protesta que alteren la actividad justo ahora que empieza a llegar a los puertos de la región el grueso de la cosecha de soja y maíz con destino de exportación. 

Según trascendió, el gremio busca ahora aumentos muy por encima de las expectativas inflacionarias de los próximos meses, mientras que la industria se compromete a seguir el ritmo inflacionario.

En un contexto de recesión económica, bajo nivel de actividad exportadora, caída de precios internacionales de los granos que exporta, aumentos de costos nacionales (como gas y electricidad), y fuerte pérdida de mercados frente a otros competidores, para los industriales lo mejor es que las partes sigan sentadas en la mesa para buscar acuerdos que, estiman, lógicos y ajustados a la realidad en beneficio de toda la comunidad aceitera.

La industria aceitera argentina tuvo el año pasado la peor campaña de la historia, perdiendo más de 20 mil millones de dólares de facturación, con una capacidad ociosa muy alta por la falta de granos para procesar.

Sin embargo, aseguran desde  a Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) no se perdió un solo puesto de trabajo y además resaltan que se otorgaron aumentos que permitieron que al día de hoy no haya trabajador con ingresos inferiores a $ 1.200.00.