El seleccionado argentino masculino de vóley perdió este lunes ante Países Bajos por 3 a 2 en su segunda presentación en el Mundial de Polonia-Eslovenia y la nueva derrota complicó sus chances de clasificar a los playoffs.
Por la segunda fecha del grupo F, el equipo nacional empezó dos sets arriba pero después se quedó y permitió la remontada de los neerlandeses. Los resultados parciales fueron de 28-30, 20-25, 25-21, 27-25 y 15-9.
Argentina sufrió su segunda derrota seguida en el Mundial y se jugará la clasificación a los playoffs el próximo miércoles desde las 6 contra Egipto.
El equipo conducido por Marcelo Méndez suma 2 puntos y está tercero en el grupo F por lo que necesita ganar y esperar para ver si puede meterse como uno de los cuatro mejores terceros.
Argentina tuvo un gran arranque y se adueñó de los dos primeros sets con parciales de 30-28 y 25-20. Sin embargo, a partir del tercero, Países Bajos creció de la mano de Nimir, el máximo anotador del partido con 32 puntos, remontó el encuentro y ganó los últimos tres sets.
El jugador neerlandés también quedó en lo más alto de la tabla de anotadores del torneo con 53 puntos.
En el tie break, los ganadores de la medalla de Bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio se quedaron sin respuestas y perdieron por seis puntos de diferencia.
Bruno Lima y Luciano Vicentín fueron los máximos anotadores de Argentina con 17 puntos. También sumaron Facundo Conte, con 16, y Nicolás Zerba, con 11.
Qué tiene que pasar para que Argentina clasifique
Los dos primeros de cada grupo avanzarán a los octavos de final, al igual que los cuatro mejores terceros. Tras su derrota ante Países Bajos, Argentina no podrá lograr el segundo puesto y aspirará a clasificar como uno de los mejores terceros.
Los dirigidos por Marcelo Méndez deberán vencer a Egipto sin necesidad de llegar al tiebreak: 3-0 o 3-1. De esa forma -como los equipos que ganan sin tiebreak suman 3 unidades y los que triunfan en tiebreak 2-, llegarían a los 5 puntos y sólo hay otros tres equipos que pueden alcanzar esa línea.
Por eso, pese a las dos derrotas iniciales, Argentina depende de sí mismo para clasificarse.
