No hace falta decir que la cuarentena trastocó todo. Pero cuando hay que despedirse de un ser querido, el abrazo prohibido parece doler más. Este sábado los restos de Tomás “El Trinche” Carlovich fueron conducidos a su última morada. El aislamiento social exigió un velorio lo más cerrado posible, pero muchos se concentraron en el estadio Gabino Sosa para ver saludar a su ídolo por última vez.

El cortejo fúnebre partió pasadas las 10 desde Córdoba y Perú, con el camposanto de Granadero Baigorria como destino final. Pero antes, se desvió para pasar por el Gabino Sosa donde, desde temprano, fanáticos y amigos del Trinche se reunieron para rendirle homenaje. 

El Gabino fue un velorio a cielo abierto. (Foto: Alan Monzón / Rosario3)

Hacia las 11, el Mago "tocó" por última vez el césped del Gabino. Con el féretro en el campo, los hinchas le rindieron un último homenaje al mito.

Carlovich murió este viernes por la mañana, en medio de una operación en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). El miércoles lo habían atacado brutalmente para robarle la bicicleta, un rodado nuevo que hacía tres meses le había regalado un amigo.

El Trinche golpeó fuerte su cabeza contra el pavimento y ese impacto bastó para terminar con su vida a los 74 años.

El fútbol argentino llora su perdida, pero sobre todo Rosario, la ciudad que vio brillar su magia en Tablada.

Hasta siempre Trinche.