Una jugadora de la selección de vóley de Afganistán fue decapitada por los talibanes en octubre, en lo que representa un nuevo crimen contra las mujeres luego del regreso al poder del grupo extremista. La familia no había denunciado el hecho por miedo a represalias.

Se trata de Mahjubin Hakimi, una joven de voleibolista de la capital afgana, Kabul, quien se encontraba representando al equipo municipal.

El hecho fue confirmado a medios locales por la entrenadora del equipo, aunque no precisó el contexto del crimen y señaló que solo la familia conoce los detalles del hecho.

Según señaló la directora técnica, apenas dos jugadoras del equipo lograron salir del país advertidas por la avanzada talibana contra las mujeres. El resto, dijo, debieron “esconderse y huir” para evitar ser capturadas.

Cabe recordar, que desde su regreso al poder el grupo taliban prohibió diversas actividades, entre ellas las deportivas y las musicales, entre otras.

Recientemente, unas 30 atletas de la selección de vóley relataron haber sufrido ataques y torturas por parte de autoridades talibanas, y pidieron ayuda a la comunidad internacional para poder abandonar el país.

Tras conocerse el asesinato de Hakimi, la Federación Italiana de Voley emitió un comunicado para expresar su repudio al hecho. “Toda la comunidad del voleibol está de luto”, expresaron.

“Su culpa: practicar el deporte que amaba, el voleibol. Mahjabin, como muchas otras chicas en Italia y en todo el mundo, cultivó su pasión por el voleibol en el Club de Voleibol del Municipio de Kabul, pero en comparación con otras compañeras, no había logrado salir de Afganistán en los últimos meses”, escribieron desde la FIV.

Y subrayaron: “Parece imposible que en 2021 alguien sea asesinado solo porque juega al voleibol, o aún peor, porque persigue sus sueños. Mahjabin, donde estés, nos gustaría imaginarte con un balón en las manos libre de poder jugar al voleibol”.