Comercios rosarinos fortalecen medidas de seguridad para evitar ciberestafas

No sólo compradores son engañados con falsas promociones, cada vez más pymes son blanco de delincuentes que roban identidades para hacer falsas compras. Buenas prácticas preventivas

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Cada vez se dan más casos de ciberfraudes, en los que personas que ven una oferta tentadora por la web, caen en la trampa: transfieren el dinero pero el producto nunca les llega y el sitio o el perfil de redes sociales del supuesto vendedor desaparece. Pero menos difusión tienen los ataques que ciberdelincuentes cometen a empresas o comercios, algunos de los cuales envían de buena fe los productos para luego enterarse de que el comprador es un estafador o está operando con plásticos robados.

El temor a sufrir una estafa al comprar online sigue siendo el principal freno de muchos consumidores a la hora de efectuar una transacción por la web. El 49% de los encuestados en el último informe de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) dijo que la imposibilidad de ver el producto previamente es la principal desventaja, seguido por los altos costos de envío (40%) y demoras en entrega (27%, en franco descenso).

Problemas que encuentran consumidores a las compras online. (Fuente: CACE)

La desconfianza lleva a que muchos prefieran no dar información sobre el lugar en el que viven, y opten en cambio por pasar a retirar el producto adquirido por la sucursal, correo o un centro de despacho (modalidades que crecieron en un 44%). Es por eso que algunas de las pymes rosarinas consultadas por Ecos365 para el informe del último domingo sobre las nuevas tendencias de venta online, señalaron que han sumado la opción del pick up como una muestra de confianza hacia el cliente que compra por primera vez, para que se quede tranquilo de que el lugar existe y puede visitarlo.

Otra estrategia aplicada a tal fin consiste en hacer una certificación de sitio web seguro (que aparece en el explorador con un candado arriba), lo que garantiza privacidad y confidencialidad de los datos que se ingresan. También se dejan disponible los comentarios de redes sociales sobre sus productos y/o servicios a modo de que el visitante visualice la reputación de la marca.

Opciones de entrega del producto comprado online. (Fuente: CACE)

Pero del lado del vendedor, también se toman recaudos para evitar ser embaucados, y por eso son pocas los que aceptan cobros en efectivo en el lugar de recolección, ya que así se corre el riesgo de que se cancele la compra sobre la hora, además de que el dinero físico es irrastreable. Y es que no sólo el consumidor debe conocer a quién le compra, el comerciante debe saber a quién le vende. No es casual que Mercado Libre esté pidiendo antes de alguna transacción hecha con un smartphone (hoy principal medio de compra, por encima de la PC) que se escanee el DNI y hasta el rostro para certificar que se trata de una persona real.

Diferentes plataformas realizan otros tipos de validaciones, sobre todo si el cliente es nuevo. Softwares específicos verifican si esta persona había tenido alguna interacción previa con el sitio de e-commerce o sus redes sociales, relevan de dónde es, dónde vive, identifican su dirección IP y el lugar de donde proviene su tarjeta de crédito o débito para ver si hay coincidencia, qué es lo que está comprando (no es usual que una persona adquiera dos heladeras o tres microondas a no ser que sea revendedor, y por ende facture como empresa), la frecuencia con la que realiza las compras (su historial) y si está usando ese mismo plástico en muchas operaciones a la par.

Recomendaciones a comercios para evitar ser estafados. (Fuente: CACE)

Otro punto a prestar atención es la opción “invitado” disponible en algunas tiendas online, que permite comprar artículos sin hacer un registro completo, lo que facilita las cosas para el estafador. El lugar de entrega también es importante, porque si bien puede que el usuario no elija su domicilio, resultaría ilógico que fuera uno muy distante de lugar de residencia o trabajo declarado. En base a toda esa información se hace un scoring del potencial comprador y se emite un porcentaje de riesgo de que se trate o no de una estafa.

Está claro que estos programas no están al alcance de cualquiera, pero sí es posible contemplar algunos de estos criterios para, en todo caso, hacer una revisión artesanal del equipo de ventas, tal como ocurre con algunas de las pymes locales consultadas. Finalmente resulta importante armar listas negras con los estafadores, compartirlas entre colegas para que otro comerciante no caiga también en la trampa.

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