La secretaria de Planeamiento municipal, Agustina González Cid, acudió este lunes al Concejo para detallar los proyectos con los que el Ejecutivo pretende modificar los indicadores de construcción de avenida Alberdi y boulevard Rondeau. En el encuentro se planteó la posibilidad de establecer para las nuevas edificaciones porcentajes mínimos de unidades de dos y tres dormitorios. También se dejó en claro que se exigirá a todos los futuros condominios estudios de factibilidad de los servicios públicos.
El detalle del plan municipal para Alberdi y Rondeau
González Cid aseveró que el objetivo es fortalecer los corredores y el frente de renovación urbana, aportando un mayor dinamismo comercial en la zona. En este sentido, especificó que Rondeau por el ancho de las calzadas y veredas, sumado a la servidumbre de jardín, se contrapone con la idea de reactivación comercial. De ahí que se proponga la eliminación de la servidumbre de jardín de tres metros, aunque se mantenga la servidumbre por arteria de ocho metros.
Siguiendo con este boulevard, la propuesta cambia la altura mínima de la planta baja, que se establece en cuatro metros, y respecto a la altura máxima se reduce de 36 a 30,50 metros, pero sin deslinde. En cuanto a la profundidad para las alturas se fija en 25 metros y el Factor de Impermeabilización del Suelo queda en 0,7.
Respecto al corredor urbano de avenida Alberdi, se suprime el deslinde de seis metros, se baja la altura de los 30 metros a 25 y se incorpora el Factor de Impermeabilización del Suelo (FIS). Paralelamente, como regla general, tanto la propuesta de Rondeau como la de Alberdi tienen los mismos indicadores: planta baja más ocho pisos, se incorpora el factor de impermeabilización del suelo y se baja el Factor de Ocupación del Suelo (FOS) de 0,7 a 0,6.
Ventilación, medianeras y unidades familiares
Considerando que la inversión en ladrillos se sigue concentrando en monoambientes y unidades de un dormitorio, cuando el gran déficit habitacional de Rosario está en departamentos amplios, de dos y tres habitaciones, se planteó la posibilidad de establecer un mínimo porcentaje de esta última tipología de vivienda, propuesta que fue considerada por el municipio. Concretamente se indicó que a partir de reuniones con el Colegio de Arquitectos, se acordó que haya desde monoambientes hasta unidades de cuatro dormitorios en ambas arterias.
Por otro lado, fuentes de la oposición presentes en el encuentro y consultadas por Ecos365 coincidieron en que la principal preocupación en torno al proyecto pasa por la eliminación de la lógica de torre exenta. De hecho, hasta ex decano de la Facultad de Arquitectura y ex rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Héctor Floriani, destacó este punto, considerándolo un logro de la actual normativa, “tanto desde el punto de vista ecológico como urbanístico”. En concreto, hoy rige en la zona la obligación de dejar seis metros de cada lado de la medianera, que fue una de las condiciones para aprobar el proyecto urbanístico de Ángel Di María en Rondeau al 1700.
Ahora lo que plantea el municipio es eliminar esta restricción, bajo el argumento de que desincentiva la construcción, por lo que se podría edificar con medianeras pegadas unas a otras como en el resto de la ciudad, quitándole al barrio una particularidad que lo distingue sobre todo en una post-pandemia que valora la ventilación y luminosidad. Hubo consenso opositor en que fue poco el tiempo que se dejó habilitado este criterio (en 2012) y se debería contemplar extenderlo para analizar detalladamente sus efectos.
Además surgió la duda acerca de si eliminan las exigencias en parte de Rondeau y Alberdi, pero seguirán vigentes en otros corredores como Segui entre Oroño y Ayacucho, sectores del corredor Eva Perón y del de Mendoza, o allí también propondrán eliminarlas. En principio se sostendría un régimen diferencial, promoviendo la baja de este requisito donde no se constate sustitución.
Servicios públicos y cocheras
Dos de las principales preocupaciones de vecinos de Arroyito tienen que ver con la escasez de cocheras y deficientes servicios públicos con la actual densidad poblacional, que sin dudas se agravarían si el barrio crece en residentes. Respecto al primer punto, González Cid ratificó la idea de que en los lotes con un frente menor a 10 metros no se les exigirá cocheras, en tanto que sí serán obligatorias bajo la normativa vigente aquellas con un frente mayor.
Siempre que se hagan cocheras, se requerirán terrazas verdes, y lo mismo corre para los comercios. En cuanto a los servicios públicos y el transporte, la funcionaria municipal aseguró que se exigirá un estudio de factibilidad antes de la aprobación de cualquier gran emprendimiento. Se espera que la Secretaría de Planeamiento entregue más detalles a algunos de los planteos de los ediles, y en el caso de González Cid que concurra nuevamente al Concejo para explicar los alcances del proyecto de barrio Fisherton.
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