Dos años de Milei: logros macroeconómicos, desequilibrios y la economía que viene

La gestión Milei logró frenar la inflación y consolidar finanzas públicas; pero los recortes dejaron secuelas en la industria, el empleo y el consumo

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Al asumir en diciembre de 2023, Milei heredó una economía en crisis, con inflación desbordada, desequilibrios fiscales y un Estado con fuerte presión de gasto. Su plan consistió en un ajuste profundo del gasto público, eliminación de subsidios, desregulación y liberalización del tipo de cambio.

Logros macroeconómicos

En 2024 la Argentina registró su primer superávit fiscal en más de una década, gracias al fuerte recorte del gasto público. 

La inflación, uno de los grandes flagelos heredados, experimentó una fuerte caída: tras picos de más de 200 % interanual en 2023, el índice disminuyó notablemente en 2024-2025. 

Además se eliminaron los múltiples tipos de cambio y restricciones cambiarias, favoreciendo un marco de mayor liberalización financiera. 

El país logró volver a los mercados internacionales de deuda con una emisión de bonos en dólares en 2025, un signo de retorno gradual al financiamiento global. 

Estos avances devolvieron algo de confianza financiera: se redujo el riesgo país y se reabrieron canales financieros internacionales, lo que podría favorecer inversiones y financiamiento externo. El País+1

Costos y desequilibrios estructurales

Sin embargo, la “cura de caballo” no estuvo exenta de efectos negativos. El ajuste del gasto impactó en pensiones, salarios públicos, subsidios, transporte y servicios, generando una caída del consumo e ingresos reales. 

La industria sufrió especialmente: la producción industrial cayó fuertemente en 2024, y la recuperación hasta 2025 fue parcial y desigual

El producto interno bruto (PIB) tuvo una contracción en 2024 —con una caída del 1,3 % en el año— y aunque en 2025 hubo rebote, la recuperación aún no resulta sólida ni homogénea. 

En lo social, la restricción del Estado y la caída del poder adquisitivo provocaron un aumento del desempleo y del malestar en sectores vulnerables. Al mismo tiempo, algunos analistas advierten que aunque la macro-estadística (inflación, déficit, superávit) mejora, los “cimientos” de la economía siguen frágiles: reservas internacionales débiles, deuda elevada y estructura productiva resentida, lo que podría complicar la sostenibilidad del modelo. 

¿Hacia dónde va la economía?

El gobierno anunció en diciembre de 2025 una reforma laboral integral: recortes en aportes patronales, indemnizaciones y limitaciones al derecho de huelga, lo que genera fuerte rechazo sindical. 

Al mismo tiempo, la reapertura al financiamiento internacional podría permitir afrontar vencimientos de deuda sin consumir reservas —aunque persisten dudas sobre la capacidad de sostener reservas netas positivas. 

El desafío a futuro será consolidar un modelo serio de crecimiento: fortalecer la industria, recuperar empleo, mejorar ingresos reales, y reconstruir un Estado funcional sin volver al gasto excesivo.

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